Edward Mordake (o Mordrake) nació en 1887 y murió en 1910, fue heredero de un título nobiliario británico,1?tenía una cara extra en la parte posterior de la cabeza. Dicha cara duplicada no podía ver, comer, ni hablar en voz alta, pero se decía de ella que «se burlaba mientras Mordake estaba feliz» y «sonreía mientras Mordake lloraba».? Mordake les suplicaba repetidamente a los médicos que le quitaran su «cara de demonio», alegando que le susurraba cosas de las que «uno solo hablaría en el infierno» por la noche, pero ningún médico probó intentarlo. Según la leyenda, Mordake se suicidó a la edad de 23 años
Se trata de un caso interesante para la ciencia médica, debido a una malformación genética. Era hijo de la condesa de Darlington, una terrateniente del sur del condado de Postmouth, en el Reino Unido.
.El segundo, estaba en la parte posterior de la cabeza y según informes escritos, era de menor tamaño, era estrábico y un tanto deforme, pero además tenía la capacidad de moverse, se dice que no podía comer o hablar pero sí reír y llorar.
Se sabe que Edward era odiado y temido, se cree que probablemente esto se debió a su posición privilegiada. En cuanto al temor que infundía era ocasionado por su segundo rostro.
Más allá de la leyenda, esta enfermedad existe y recibe el nombre de “diprosopia”. Según los médicos es causada por el fallo de un gen que es el que le da la forma correcta a la estructura del cráneo. Es una anomalía en la que los rostros vienen del mismo cuerpo.
Los bebés que nacen con esta deformidad no logran vivir más allá de segundos o minutos luego de su nacimiento, principalmente por temas anatómicos.
Pero en el caso de Mordrake, no era un gemelo como muchos pensaban, sino que era otra cara del mismo Mordrake.
La primera descripción conocida de Mordake se encuentra en un artículo de 1895 del Boston Post escrito por el escritor de ficción Charles Lotin Hildreth. El artículo describe una serie de casos de lo que Hildreth llama «fenómenos humanos», como una mujer que tenía la cola de un pez, un hombre con el cuerpo de una araña, un hombre que era medio cangrejo y Edward Mordake. Hildreth afirmó haber encontrado estos casos descritos en informes antiguos de la «Royal Scientific Society». No está claro si una sociedad con este nombre incluso existió realmente. El artículo de Hildreth no era fáctico y probablemente el periódico lo publicó como un hecho simplemente para aumentar el interés del lector