El telégrafo es un aparato que permite la transmisión de información a distancia, empleando para ello señales eléctricas transmitidas a través de cables o de ondas de radio, y un sistema de codificación, como el código morse, que permite traducir dichas señales en palabras.
La importancia del telégrafo como medio de comunicación era tal, que en 1878, con el objetivo de ampliar la cobertura a los lugares lejanos, se acuerda el cobro de 30 centavos las diez palabras “en todas las estaciones establecidas, u por cada cinco palabras adicionales ó fracción de ellas, diez
centavos.
La introducción de la comunicación telegráfica en Costa Rica surge como un proyecto de Estado entre los años 1857 y 1866. Durante esa década, se emitieron decretos que otorgaron concesiones considerablemente ventajosas a la Sociedad Internacional del Telégrafo Eléctrico, con sede en París, así como al empresario estadounidense Juan E. Noblea. A pesar de estos acuerdos, los convenios no llegaron a ejecutarse.
El inicio efectivo de la telegrafía en Costa Rica se materializó en 1868 mediante un contrato suscrito entre el Lic. Aniceto Esquivel (1824-1898), representante del gobierno costarricense, y el empresario estadounidense Lyman Reynolds. Este último, además de su contribución a la telegrafía, se destacó como pionero en la enseñanza de esta ocupación. El servicio telegráfico arrancó con la conexión entre Cartago y Puntarenas. Un año después, el gobierno adquirió las instalaciones por la suma de 12.500.
El 7 de mayo de 1869, el gobierno designó a 14 personas para la operación y mantenimiento del servicio telegráfico. Además, se emitió un decreto que imponía una pena de seis meses de trabajos en obras públicas a quienes dañaran los postes o líneas del telégrafo. Reynolds, por su parte, se dedicó activamente a la enseñanza de la telegrafía.
El despliegue de líneas telegráficas experimentó un notorio crecimiento, pasando de 128.5 kilómetros en 1873 a 480 en 1879, con una cobertura extendida desde Puntarenas hasta San Juan del Sur. Minor Keith asumió la contratación y administración del tendido telegráfico entre San José y Limón desde 1882. La oficina nacional de telégrafo se estableció oficialmente el 29 de abril de 1891, consolidando así la presencia y desarrollo de las comunicaciones telegráficas en Costa Rica.
Para la década de 1920 varia instituciones poseían aparatos de radiotelegrafía, siendo este el caso
del Liceo de Costa Rica, la Escuela Normal, el Seminario Diocesano, los periódicos Diario de Costa Rica, La
Tribuna y La Opinión, así como el dealgunos particulares que podían pagar por la instalación y mantenimiento del equipo.
Al finalizar dicho decenio, la red telegráfica nacional estaba constituida por 205 estaciones, tanto
en el Valle Central como en varias de las zonas periféricas del país (Zona
Norte, Guanacaste, Golfo de Nicoya, Limón). Sin embargo, las líneas telegráficas aún no comunicaban zonas
de reciente colonización en el sur y sureste del país y la región de Talamanca, ocupada principalmente por
poblaciones indígenas.