En la Capital de la Piña, Pital de San Carlos, pequeños productores de ganado claman al gobierno intervenir instituciones y poner orden en actividad que parece caminar por la libre.
Don Alvaro Alvarez, adulto mayor de Veracruz de Pital, es uno de los productores de ganado que ha sufrido en carne propia la desgracia de la mosca de la piña por más de 30 años, tan es así, que tuvo que cerrar su lechería y vender lo que le quedaba de ganado, ya que otra parte se le murió.
Perdió millones en una lechería que construyó equipada para la actividad y que hoy se cae a pedezos porque no tiene ganado debido a la plaga de mosca.
Y es que don Alvaro, al igual que decenas de pequeños productores de ganado de Pital,viven en comunidades rodeadas de plantaciones de piña donde algunos productores de esa fruta hace lo que les viene en gana y las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería, «vagabundería» como del dice don Alvaro y del Ministerio de Ambiente y Energía brillan por su ausencia.
«Llegan e inspeccionan los lugares y se van y no vuelven más. Es como si se hubieran aliado con los grandes productores de piña», dice don Alvaro.
Al igual que don Alvaro, doña Guiselle Rojas de Puerto Escondido de Pital, ha tenido que vivir por más de 30 años con la plaga de moscas que pican al ganado, lo debilitan y enflaquecen. También ella, ha perdido la fe en las autoridades de agricultura, ya que incluso, le llegaron a decir que era ella, con su finca la que producía la mosca.
Pital Capital de la Piña»
Esta semana el Concejo Municipal de San Carlos declaró a Pital, como «Capital de la Piña» del país y no están equivocados, este importante distrito sancarleño es líder en la producción de esta actividad desde hace más de 50 años.
Pital esta rodeada por plantaciones de piña en año 2020 habían 7.509,53 ha de este producto que traido prosperidad y trabajo al distrito y al cantón, pero ruina para un pequeño sector invicibilizado por años.
Son ya pocos los productores de ganado pitaleños que continúan con la actividad, algunos han vendido sus fincas, otros su ganado debido a que la actividad ya no es rentable por la plaga de moscas. Hoy las pequeñas fincas ganaderas que quedaron en Pital, están rodeadas por plantaciones de Piña
Don Alvaro dice que está cansado de clamar y pedir ayuda a las autoridades de gobierno, pero es escuchado, aunque asegura que continuará haciéndolo el resto de su vida.
Asegura mosca practicamente lo arruinó, luego de tener una lechería y ser asociado de la Dos Pinos. Luego llegó la mosca y tuvo que vender acciones y buscar vida de otra forma.
Este productor asegura que no sólo le preocupa la mosca que lo ha arruinado, sino el lavado de dinero que se da en la Capital de la Piña, la delincuencia y la contaminación de ambiental y los mantos acuíferos por prácticas inadecuadas en el cultivo de piña.
«Aquí es común ver jovencitos en lujosos carros que hace unos meses trabajaban como peones en piñeras y ahora uno los ve con fincas y hasta exportando piña. Aquí nadie ha querído hacer nada. Yo lo quiero es lograr una entrevista con Pilar Cisneros o con el presidente Chaves, para ver si hacen algo, porque ningún gobierno ha hecho nada» expresa con desilución, pero a la vez, con esperanza.
Según Alvarez, todo mundo sabe lo que pasa en la Capital de la Piña, pero nadie hace nada.»Aquí han venido medios y me han entrevistado, pero al final no publican nada» asegura este agricultor.
Cabe señalar que pese al desarrollo y empleo que traido la actividad piñera a la Capital de la Piña, también ha traido males, donde la misma comunidad es complice y donde las autoridades de gobierno continúan con las manos abajo, pese a la gravedad de los hechos.