Hoy Aniversario de la muerte del «Padre Bolaños», sacerdote muy querido en Pital

Hoy 30 de mayo de 2023 se cumplirán 14 años de la muerte de Eduardo Bolaños Morera, más conocido como el «Padre Bolaños», considerado por muchos un santo, por su legado de amor, espiritualidad, rectitud  y cumplidor de los fieles preceptos cristianos católicos.

Dejó un profundo vacío en comunidades como Pital, Las Delicias, Venecia, Sarapiquí y Tambor de Alajuela, lugares donde estuvo como sacerdote

Era sacerdote de la perenne sotana, que sólo se la quitaba para el aseo personal, partió a la casa de Dios y tras de sí, dejó una huella imborrable en las comunidades donde fue sacerdote.

Falleció a la edad de 73 años producto de tres infartos que le dieron luego de una operación del estómago que se le practicó por múltiples dolencias  que lo aquejaban. Pero ya padecía  de hipertensión y el dolor de una pierna que lo obligaba a oficiar la misa sentado.

El día de su sepultura cientos de vecinos de comunidades como Pital y Las Delicias de Aguas Zarcas, lugares donde más tiempo estuvo, lo despidieron con lágrimas,  por su legado de amor, rectitud y  trabajo en la obra cristiano católica hasta sus últimos días.

No en vano,  una multitud sin precedentes  llegaron a velarlo y a despedirlo en su entierro en el  jardín del templo de Pital, lugar donde  fueron depositados sus restos y donde este domingo 30 de mayo se colocara la primera piedra de lo que será su mausoleo.

Aquí se concentraron cientos de personas, sacerdotes y  religiosos para darle el último  adiós, al que muchos consideran un verdadero santo.

Sepelio

En aquella ocasión el sacerdote Carlos Muñoz, presbítero de la Parroquia de Aguas Zarcas, que lo acompañó en sus últimos momentos de su vida, narró lo que le dijo  Bolaños antes de morir.

“Desde que llegó al hospital me dijo que no lo dejara sólo y cuando le dijeron tenía que quedarse me dijo: –¡usted se queda conmigo, verdad!. Me pidió que lo confesara y estuve con él hasta su muerte”, contó el presbítero.

Momentos antes de entrar a la sala de operaciones el padre le dijo  que si moría,  le dijera a la gente que  los quería mucho y que lo perdonaran si le había hecho algún mal,  y que le dijera a los compañeros sacerdotes que también los quería.

Luego de la operación, yo le dije: -padre aquí estoy contigo y me volvió a decir que no  lo dejara solo, sobrevino un primer infarto, luego un segundo y el tercero murió”, contó Muñoz, que dijo que para él fue como estar a la par de Juan Pablo II, porque lo  consideraba  un santo.

El padre Carlos Luis Herrera, sacerdote pensionado dijo que el Padre Bolaños era un hombre recto que pensaba muy bien lo que iba a decir y que nunca faltó a los reuniones de sacerdotes.

Sotana de Dios

En febrero del año  2003, entrevistamos al Padre Bolaños en un reportaje que títulamos: ”Sotana de Dios”, en esta ocasión nos narró parte de su vida y misión como sacerdote.

Nos contó que lleva más de 50 años de no quitarse su sotana, únicamente para el aseo personal y que tenía 42 años de ejercer la vocación de sacerdote, aún cuando estaba en  el seminario, llevó puesta la sotana como comparte de su convicción y formación sacerdotal.

Nació en Grecia en 1937, fue el mayor de cuatro hermanos. Nos narró que su padre Eduardo Bolaños murió cuando él era un niño y creció bajo el amparo de su madre María Rosa Morera, que trabajo duro para cuidarlo.

Dijo que el llamado al sacerdocio lo sintió cuando estaba en quinto año del colegio en julio de 1954. “Estaba muy seguro que eso era lo quería hacer”, expresó.
Fue ordenado sacerdote en la  catedral de Alajuela, el 23 de diciembre de 1961 por el entonces Monseñor Juan Vicente Solís

.Bolaños contó que estuvo  21 años en Pital como Sacerdote, aquí fue  el lugar donde más a gusto se sintió, porque  se guardaba mucho los valores y costumbres de nuestro pueblo.
En 1965 llegó como presbítero a la comunidad de Sarapiquí, recuerda que tenía que trasladarse en lancha o caballo para oficiar misas en comunidades alejadas.

De ahí pasó a la Parroquia de Venecia y luego a la de Pital, en 1998 decidió pensionarse, pero no se retiro del oficio sacerdotal,. Continuó su labor  en la comunidad de Las Delicias de Aguas Zarcas donde vivía, pero también oficiaba misa los sábados en San José de Aguas Zarcas y los domingos en  Cerro Cortés.
”Para no aburrirme me gusta ver lo partidos de fútbol. La gente dice que soy liguista, -expresó mientras sonreía, «pero la verdad es que me gusta ver más la selección”, contó en aquella ocasión.

El  Padre Bolaños durante su vida sacerdotal fue consejero espiritual, muchas personas acudía a él en busca de ayuda  y desde el púlpito insistió en rescatar el valor de la familia.

“No volveré a negociar en secuestros”

En 1996 la figura de Eduardo Bolaños fue clave para la liberación de  una alemana y una suiza secuestradas en Boca Tapada y de  un matrimonio holandés plagiados en Altamira de Aguas Zarcas, los secuestradores pidieron la intervención del Padre Bolaños en esas dos ocasiones y él accedió.
En la entrevista nos dijo que no volvería a mediar en ningún secuestro, porque esa no era una función que le correspondía a la iglesia.

“Si lo hice en aquella ocasión fue por razones humanitarias y porque las autoridades me lo pidieron, claro previa autorización del obispo”, indicó.

Detalló que uno de los  secuestradores de Boca Tapada le pidió que rogara a Dios por él para que lo perdonara y que le diera la bendición, cosa que hizo.
Doy  gracias a Dios por haberme dado la vocación del sacerdocio y todos estos años de servicio” expresó con la  voz fuerte y pausada que lo caracterizaba.

Sin duda el Padre Bolaños es todo un referente de espiritualidad y apego al ejercicio del sacramento sacerdotal que ejerció con apegó y rectitud hasta sus últimos días, de ahí, que los habitantes del distrito de Pital siempre lo llevarán en su corazón.