En un operativo realizado en el centro de Heredia, la policía municipal interceptó a una mujer que se desplazaba en motocicleta y llevaba un bolso cargado con armas y explosivos improvisados. Al ser abordada, los agentes descubrieron en su mochila un inquietante arsenal compuesto por siete bombas Molotov, un machete, un cuchillo, un hacha y dos armas de fuego hechizas.
Durante el interrogatorio inicial, la mujer confesó que se dirigía a un antiguo lugar de trabajo, un call center, con la intención de prender fuego al edificio y atacar a sus excompañeros. Según relató, fue víctima de acoso laboral o “bullying” en ese entorno, situación que aparentemente generó un fuerte resentimiento y una intención de venganza.
Ante la gravedad de la amenaza, la policía municipal aseguró la zona y coordinó con cuerpos de seguridad adicionales para evaluar la peligrosidad del material incautado y proceder con la investigación. Las autoridades están analizando las bombas Molotov para entender el nivel de peligro que estas representaban, mientras que el Ministerio Público ha asumido la investigación para determinar la responsabilidad penal de la mujer y esclarecer el alcance de sus planes.
Este suceso pone de relieve la importancia de abordar los problemas de salud mental y acoso laboral en los espacios de trabajo, así como la necesidad de estrategias preventivas para evitar que las víctimas desarrollen conductas violentas. Las autoridades de Heredia reiteran su compromiso con la seguridad pública y destacan la rápida acción de la policía municipal, la