El gobierno de Estados Unidos, bajo la dirección de la fiscal general Pam Bondi, ha declarado la guerra total contra los cárteles del narcotráfico, incluyendo la posibilidad de aplicar la pena de muerte a sus líderes.
El objetivo principal es erradicar grupos como el Cártel de Sinaloa y el CJNG, combatiendo no solo el tráfico de drogas, sino también delitos como el terrorismo y la extorsión.
“No basta con mitigar el daño; debemos eliminar estas amenazas a nuestra soberanía”, señala el memorando oficial.