“Cuando las olas eran más suaves que la política”

En los años 80, mientras Nicaragua ardía en llamas y la guerrilla se enfrentaba a muerte en nombre de la revolución, el comandante Daniel Ortega se tomaba un respiro… en las aguas cálidas de una playa de Costa Rica.

Sí, en plena efervescencia del conflicto armado, el entonces líder sandinista se dejaba ver con traje de baño y sonrisa playera, chapoteando junto a nada más y nada menos que el expresidente costarricense Óscar Arias (al fondo, con sus clásicos lentes) y, muy cerca de la escena, Rosario Murillo, que ya entonces era su inseparable compañera.

Una imagen que parece sacada de un álbum familiar, pero que más bien resume la ironía de la política centroamericana: mientras en las montañas de Nicaragua tronaban los fusiles, en el Pacífico costarricense reinaba el bronceador, la arena y el diálogo entre rivales.

Porque sí, incluso los que hacen la guerra, a veces necesitan vacaciones… o al menos una selfie diplomática en traje de baño.

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