Tras el fallecimiento del Papa Francisco la Iglesia Católica y millones de fieles en todo el mundo entran en una etapa de reflexión y expectativa. La partida de Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano, no solo deja un vacío espiritual en el Vaticano, sino que también abre el camino para un nuevo capítulo en la historia del papado.
La pregunta que flota en el aire es inevitable: ¿quién será el próximo sumo pontífice?
La elección del nuevo líder espiritual de la Iglesia se realizará durante el Cónclave, un proceso solemne y secreto que reunirá a 138 cardenales con derecho a voto en la Capilla Sixtina. Este evento, que podría comenzar entre 15 y 20 días después del deceso de Francisco, se caracteriza por el aislamiento absoluto de los participantes hasta que se logre un consenso.
Durante el Cónclave, cada cardenal escribirá de forma confidencial el nombre del candidato que considere más adecuado para guiar a la Iglesia. Las votaciones se repetirán varias veces al día. Si no se alcanza un acuerdo tras varios intentos, los cardenales realizarán una pausa para orar y reflexionar antes de continuar. Al finalizar cada votación, el humo que sale de la chimenea del Vaticano comunicará al mundo si hay o no nuevo Papa: el humo negro significa que no se ha elegido aún; el blanco, que el sucesor ha sido encontrado.
Mientras tanto, los expertos ya han señalado a algunos de los posibles favoritos para ocupar el trono de San Pedro. Entre ellos figuran nombres de diferentes partes del mundo y con trayectorias diversas: desde Jean-Marc Aveline, de Francia, hasta Peter Turkson, de Ghana; pasando por figuras como Luis Antonio Tagle, de Filipinas, y Pietro Parolin, de Italia.
Sin embargo, el dicho popular dentro del Vaticano sigue vigente: “Quien entra al cónclave como Papa, sale como cardenal”. Y es que, aunque hay favoritos, la elección final muchas veces sorprende.
En notas anteriores hemos contado los detalles sobre la causa de muerte del Papa, los mensajes de despedida que se han multiplicado desde todos los rincones del planeta, y cómo se desarrollarán sus funerales. Ahora, el foco está puesto en el futuro: un nuevo líder será elegido y con él, comenzará una nueva etapa para más de 1.300 millones de católicos en el mundo.
La idea de un “Papa negro” proviene de interpretaciones populares, especialmente ligadas a las profecías de San Malaquías y ciertos rumores dentro del Vaticano, pero no se refiere literalmente al color de piel, sino más bien al origen o simbolismo del poder.
¿Qué dice la profecía?
La profecía de San Malaquías, atribuida a un arzobispo irlandés del siglo XII, contiene una lista de 112 lemas en latín que supuestamente describen a cada Papa desde su época hasta el fin de los tiempos. El último en la lista es:
“In persecutione extrema S.R.E. sedebit Petrus Romanus”
(“Durante la última persecución de la Santa Iglesia Romana, reinará Pedro el Romano”)
Según los creyentes de esta profecía, el Papa Francisco sería el último antes de un periodo de crisis, y su sucesor —a veces asociado con la figura del “Papa negro”— sería el Papa del fin.
¿Por qué se habla de un “Papa negro”?
- Por el General de los Jesuitas:
El líder de la Compañía de Jesús es conocido como el “Papa negro” debido a su vestimenta y a su gran influencia en la Iglesia. Como Francisco fue el primer Papa jesuita, algunos interpretaron que ya se cumplía esa figura simbólicamente. - Por un Papa africano:
También ha surgido la idea de un Papa negro como alguien proveniente de África, lo cual sería histórico. En esta línea, nombres como Peter Turkson, de Ghana, han sido considerados como posibles candidatos. - Simbolismo apocalíptico:
Algunos grupos interpretan al “Papa negro” como un presagio de un periodo de confusión, herejía o división en la Iglesia. Estas ideas, sin base doctrinal, suelen provenir de corrientes apocalípticas o teorías conspirativas.
¿Tiene fundamento en la doctrina de la Iglesia?
No. La Iglesia Católica no reconoce oficialmente las profecías de San Malaquías ni la figura del “Papa negro”. Son parte del folclore religioso y de especulaciones fuera del magisterio oficial.