Cardenal Leopoldo Brenes asegura que el próximo Papa debe ser un pastor con sensibilidad humana
Managua, Nicaragua – En medio del clima de expectativa tras la muerte del papa Francisco, el cardenal nicaragüense Leopoldo José Brenes Solórzano hizo un llamado a la reflexión sobre el perfil que debería tener el próximo líder de la Iglesia católica, dejando de lado las especulaciones sobre candidaturas y poniendo el foco en las necesidades espirituales del mundo actual.
Durante una misa en la Catedral Metropolitana de Managua, el arzobispo compartió con fieles y medios de comunicación su visión sobre el futuro del Vaticano, señalando que más allá de nacionalidades, el nuevo pontífice debería ser “un hombre cercano al pueblo, sencillo y con capacidad de escucha”.
“El mundo vive momentos difíciles. Por eso, más que pensar en figuras o países, debemos orar para que el Espíritu Santo elija a un pastor que sepa comprender el sufrimiento de la humanidad y guiar con sabiduría a la Iglesia”, expresó Brenes.
Evita protagonismo
Al ser abordado sobre la posibilidad de que su nombre figure entre los considerados para el papado, Brenes evadió con humildad cualquier protagonismo personal. “Mi misión está aquí, con mi gente. Estoy feliz sirviendo a Nicaragua”, afirmó, sin querer entrar en conjeturas sobre el cónclave.
El purpurado también recordó que los cardenales que asistirán al proceso de elección vivirán días de retiro espiritual, introspección y oración, en los que se buscará discernir la voluntad divina.
La voz de América Latina
Sobre la presencia latinoamericana en el cónclave, el cardenal destacó la diversidad y riqueza de la región, subrayando que “América Latina ha aportado mucho a la Iglesia, y el Papa Francisco fue una expresión de ese aporte”. No obstante, insistió en que la elección “no debe ser un tema de cuotas geográficas, sino de corazón y entrega pastoral”.
Por último, Brenes pidió a la comunidad católica nicaragüense mantenerse en oración y comunión espiritual durante este momento de transición para la Iglesia:
“Estamos viviendo un momento de gracia. Pidamos al Señor que envíe un pastor conforme a su corazón, que nos conduzca con fe, esperanza y caridad”.
Con estas palabras, el cardenal nicaragüense evitó entrar en el terreno de los rumores, prefiriendo centrar el mensaje en la fe y el discernimiento, valores que, según dijo, deben guiar este momento histórico para el catolicismo.