Durante una visita al módulo de máxima seguridad del centro penitenciario La Reforma, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, anunció este jueves su intención de construir una megacárcel en un plazo de 195 días, con una inversión que no superará los 35 millones de dólares. El proyecto está diseñado para albergar a 5.000 privados de libertad y se ejecutaría tan pronto como estén listos los permisos, materiales y procedimientos técnicos necesarios.
El mandatario inspeccionó los resultados del Operativo de Intervención en cárceles, impulsado por el Ministerio de Justicia y Paz. Entre los artículos decomisados a los privados de libertad en los últimos días se encontraron microondas, televisores, abanicos, antenas, sartenes eléctricos, sacos de boxeo y hasta armas hechizas, lo cual evidencia el nivel de control que algunos internos mantenían dentro del sistema penitenciario.
Chaves aseguró que su gobierno tiene la determinación de “recuperar el control total de las cárceles” y que la nueva infraestructura será clave para alojar a reclusos de alta peligrosidad, bajo estrictas condiciones de seguridad, inspirada en modelos internacionales como el de El Salvador.
El futuro penal incluiría tecnología avanzada, condiciones mínimas de habitabilidad y medidas que reduzcan la posibilidad de que desde adentro se sigan cometiendo delitos. El presidente no detalló la ubicación exacta del proyecto ni fechas específicas de inicio, pero reiteró que “Costa Rica no permitirá que el crimen organizado se adueñe del sistema penitenciario”.
Contexto y reacción
La crisis carcelaria ha sido uno de los temas más candentes del año. Costa Rica enfrenta una saturación penitenciaria que supera el 130%, según datos del Ministerio de Justicia. Organizaciones de derechos humanos han advertido sobre las condiciones inhumanas en algunas cárceles, mientras que sectores de la población claman por mayor firmeza contra el crimen organizado y las pandillas.
La propuesta de una megacárcel genera opiniones divididas. Mientras algunos aplauden la medida como un paso necesario para restaurar el orden, otros advierten sobre el riesgo de replicar modelos punitivos sin abordar las causas estructurales del delito.
El Gobierno adelantó que en los próximos días dará más detalles sobre el diseño, el financiamiento y la ubicación del nuevo centro penitenciario.
