Porque nada dice “aventura romántica” como delinquir en uno de los paraísos turísticos más visitados del país, una pareja decidió dejar su huella —literalmente— en la Poza del Chollín, en La Fortuna de San Carlos. El plan era simple: llegar, observar, sustraer pertenencias ajenas y salir como si nada. Spoiler: no salió como esperaban.
Los protagonistas de esta peculiar historia son una mujer de apellido Pérez, que no solo trajo su traje de baño, sino también una orden de captura pendiente por hurto; y su fiel acompañante, Calvo, quien ya colecciona antecedentes policiales como quien junta imanes de refrigerador.
Ambos fueron detenidos en pleno acto, mientras al parecer intentaban aplicar su versión casera del “turismo alternativo”, ese que involucra bolsos ajenos y cero reservas de hotel. Pero el amor —y la policía turística— los sorprendió antes de que pudieran desaparecer entre la maleza.
Gracias a la rápida acción de las autoridades, los visitantes nacionales afectados no tuvieron que lamentar más que el susto, y la pareja terminó con un tour todo incluido a disposición del sistema judicial.
Las autoridades, por su parte, han prometido intensificar la vigilancia en la zona para evitar que otros aspirantes a Bonnie y Clyde versión criolla intenten hacer del hurto una excursión romántica.
