Todo listo para inicio del cónclave hoy miércoles: hay cinco cardenales favoritos

Los cardenales encargados de elegir al sucesor del papa Francisco ya comenzaron a llegar al Vaticano, donde todo está listo para el inicio del solemne cónclave. En la imponente Capilla Sixtina, se han dispuesto largos mesones y sillas, marcando el inicio de una de las ceremonias más significativas de la Iglesia católica.

El nombre del próximo pontífice sigue siendo una incógnita. Los especialistas coinciden en que se trata de un cónclave abierto, sin un candidato claramente dominante, reflejo de las tensiones internas que dejó el papado reformista del argentino Francisco, que logró tanto admiración como divisiones dentro del clero.

El cardenal Jean-Paul Vesco, arzobispo de Argel, señaló en una entrevista con el diario Corriere della Sera que hay “al menos cinco o seis” figuras con posibilidades reales, pero aclaró: “No hay nadie que se imponga claramente, nadie del que se pueda decir con certeza: será él”.

El cónclave comenzará oficialmente este miércoles. El Vaticano difundió imágenes recientes que muestran la preparación del recinto sagrado: mesones decorados con telas marrones y rojas, cada uno con el nombre de un cardenal.

A partir de las 15:00 horas locales (13:00 GMT), se bloquearán todas las comunicaciones telefónicas dentro del Vaticano para garantizar que los cardenales electores no reciban influencias externas. Durante el proceso, no tendrán acceso a teléfonos, internet ni medios de comunicación. El secreto absoluto sobre lo que ocurre dentro de la Capilla Sixtina es obligatorio.

Así se elige al Papa

El procedimiento está estrictamente regulado. Los 133 cardenales electores reciben papeletas rectangulares con la inscripción “Eligo in Summum Pontificem” (Elijo como Sumo Pontífice) en la parte superior y un espacio para escribir el nombre del candidato en la inferior. Estas papeletas están diseñadas para doblarse y cumplir con lo estipulado por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis.

Antes de votar, se sortean nueve cardenales para funciones clave: tres escrutadores, tres encargados de recoger votos de cardenales enfermos (los infirmarii) y tres auditores. Si alguno no puede cumplir su rol, se realiza un nuevo sorteo.

Tras preparar todo, los responsables del ceremonial, incluido el Secretario del Colegio Cardenalicio y los Maestros de las Celebraciones Litúrgicas, abandonan la Capilla. El último Cardenal Diácono es quien se encarga de cerrar la puerta, la cual se abrirá solo para permitir el ingreso de votos de los enfermos.

Así da inicio un proceso ancestral que definirá al 267º sucesor de San Pedro.

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