Confesión de Laureano Ortega refuerza denuncias internacionales sobre represión en Nicaragua
La reciente confesión pública de Laureano Ortega, hijo de la pareja presidencial nicaragüense, se suma a las voces del círculo cercano al régimen que han admitido su implicación directa en la represión violenta de las protestas de 2018. Estas declaraciones alimentan el registro histórico y fortalecen las investigaciones de organismos internacionales de derechos humanos, detalla el medio Nicaragua Investiga
Durante una reunión de alto nivel sobre seguridad en Moscú, Ortega Murillo afirmó que desde 2018, el gobierno se ha dedicado a “neutralizar y eliminar” a quienes considera enemigos del Estado, calificando a los opositores de “mercenarios” y “vendepatrias” bajo influencia extranjera. La retórica utilizada no solo justifica las acciones represivas pasadas, sino que confirma la existencia de un aparato estatal de vigilancia que involucra instituciones y civiles actuando como informantes en comunidades y barrios.
Además, Laureano reconoció que Nicaragua mantiene estrecha cooperación con Rusia y China en temas de ciberseguridad, incluyendo el uso de inteligencia artificial, lo que sugiere la implementación de tecnologías como reconocimiento facial y de voz para identificar a disidentes.
Estas declaraciones reafirman denuncias previas de la oposición sobre espionaje interno, represión sistemática y control estatal absoluto, bajo la justificación de preservar la “soberanía” y la “estabilidad”.