Carlos F. Chamorro: “Ni una misa permitieron” en Nicaragua para doña Violeta, por miedo en la Iglesia

Por Redacción 100% Noticias

El periodista nicaragüense Carlos Fernando Chamorro despidió este fin de semana a su madre, la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, en una misa de cuerpo presente celebrada en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en San José, Costa Rica. La ceremonia, marcada por la emoción y la memoria, se realizó lejos de su tierra natal, Nicaragua, debido a la persecución política que impide cualquier manifestación religiosa o pública en honor a figuras que simbolicen democracia y oposición al régimen Ortega-Murillo.

Chamorro, en un emotivo discurso, expresó su profundo pesar por no poder rendir tributo a su madre en su propio país y reveló un dato estremecedor: “Ni una misa permitieron”. Contó que feligreses en Nicaragua intentaron organizar una eucaristía en memoria de la exmandataria, pero los sacerdotes se negaron por miedo a represalias del gobierno. “Mejor no, no podemos porque es muy peligroso.

A ella la incluimos en la oración por todos los fieles difuntos, la recordamos con cariño, quisiéramos ofrecerle la misa, pero no podemos agregarnos de esa manera”, fue la respuesta que recibieron.

Una despedida imposible en su patria

“Una misa así jamás hubiera sido posible en Nicaragua por la feroz persecución política que existe en contra de la Iglesia Católica”, lamentó Chamorro durante la ceremonia en Costa Rica. Su voz se quebró al agradecer a los asistentes, entre ellos exiliados nicaragüenses, personal médico que cuidó de su madre con devoción, y al clero costarricense que hizo posible la despedida digna que no se le permitió en su país.

Doña Violeta fue la primera mujer electa por voto popular como presidenta en América Latina, símbolo de una transición pacífica en Nicaragua tras años de guerra civil. Su legado de integridad, honradez y fe católica fue recordado con respeto y gratitud en la misa, en contraste con el silencio impuesto en su tierra natal.

“La única explicación es el miedo a la esperanza”

Chamorro denunció que en Nicaragua se ha criminalizado incluso el acto de orar por figuras de paz. Recordó que sacerdotes y obispos han sido encarcelados por realizar actos religiosos que el régimen considera subversivos. “Orar por una persona de paz que nunca representó una amenaza para la seguridad nacional se ha convertido en un acto censurado”, afirmó.

“La única explicación posible es el miedo que tiene la dictadura a que cunda la esperanza. Porque el legado de doña Violeta —su fe, su dignidad, su compromiso con la democracia— es una semilla que muchos en Nicaragua aún llevan en el corazón”, añadió.

El dolor de la separación forzada

Chamorro también relató cómo la familia decidió trasladar a doña Violeta a Costa Rica en octubre de 2023, tras el exilio forzado de sus hermanos. “Nos vimos obligados a sacarla de Nicaragua para poder brindarle acá el amor y el cariño que no podíamos darle en una patria que nos habían arrebatado”, dijo.

En enero de 2024, los cuatro hermanos lograron reunirse en San José para despedirse de su madre, abrazarla y rezar con ella. Esa experiencia, confesó, los conectó con el sufrimiento de miles de nicaragüenses en el exilio, lejos de sus seres queridos. “Hoy nos solidarizamos con todos los presos políticos que nunca pudieron ver a sus padres y madres cuando fallecieron, con todos los exiliados que tampoco han podido estar con sus seres queridos cuando fallecen en Nicaragua”, expresó conmovido.

“¿Y qué es esta barbaridad?”

En su alocución, Chamorro compartió un recuerdo íntimo con su madre, ocurrido el 18 de abril de 2018, día en que estallaron las protestas contra el régimen de Daniel Ortega. Relató cómo, al ver juntos las primeras imágenes de la represión policial en televisión, su madre —ya retirada de la vida pública y con quebrantos de salud— pronunció una frase que quedó grabada para siempre: “¿Y qué es esta barbaridad?”

“Esa pregunta, tan sencilla pero cargada de indignación moral, resume su espíritu democrático”, dijo. “Mi madre dejó sembrado el ideario de una esperanza donde Nicaragua vuelva a ser república, sin venganza pero con justicia.”

“Madre, volverás a descansar en Nicaragua”

La promesa de Carlos Fernando Chamorro, expresada con la solemnidad de un compromiso histórico, fue clara: “Te prometo que cuando Nicaragua vuelva a ser república, volverás a descansar en paz en tu patria para que honremos todos los nicaragüenses tu legado en un país libre.”

La figura de doña Violeta Barrios de Chamorro, aún en la muerte, continúa siendo un faro de resistencia para los nicaragüenses que sueñan con una nación reconciliada, democrática y libre. Su hijo, periodista y defensor de la libertad de expresión, cierra un capítulo personal en el exilio, pero mantiene viva la esperanza de una Nicaragua sin dictadura.

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