Hallazgo de galeones esclavistas en Cahuita reescribe la historia del Caribe costarricense

Dos barcos daneses que naufragaron en 1710 frente a las costas de Cahuita confirman una de las historias de liberación africana más poderosas en América Latina. Jóvenes limonenses, en alianza con la UCR y especialistas internacionales, lideraron el descubrimiento que conmueve a toda Costa Rica.

Por Redacción | 22 junio 2025 | Cahuita, Limón

Un descubrimiento sin precedentes ha emergido de las aguas del Caribe sur de Costa Rica: los restos de dos galeones daneses esclavistas, el Fredericus IV y el Christianus V, naufragados hace más de 300 años, han sido identificados frente a las costas del Parque Nacional Cahuita. El hallazgo no solo representa un hito arqueológico, sino que reescribe una parte esencial de la historia afrodescendiente en el país.

El logro fue posible gracias al trabajo del Centro Comunitario de Buceo Embajadores del Mar, conformado por jóvenes limonenses, junto con la Universidad de Costa Rica (UCR), el Museo Nacional de Dinamarca y otras organizaciones internacionales. Tras nueve años de investigación, se confirma que ambas embarcaciones, que en 1710 transportaban a más de 650 personas africanas esclavizadas hacia St. Thomas, encallaron en Costa Rica tras un motín que permitió su liberación.

Una historia de resistencia en el mar

El 2 de marzo de 1710, los dos barcos de la Danish West India and Guinea Company quedaron a la deriva frente a Cahuita. En condiciones extremas y sin provisiones, las personas esclavizadas y algunos marineros se rebelaron, tomando el control de los navíos. En vez de continuar hacia el Caribe danés, desembarcaron en lo que hoy es Limón, iniciando una historia de libertad que había quedado oculta por siglos.

Documentos encontrados en archivos de Dinamarca, España y Costa Rica, junto con relatos orales transmitidos por generaciones de pescadores locales, guiaron la búsqueda. Uno de los barcos fue incendiado (Fredericus IV) y el otro abandonado (Christianus V), según narran las fuentes históricas.

Ciencia ciudadana en acción

Ante la ausencia de arqueólogos subacuáticos en el país, los jóvenes del Centro Comunitario de Buceo buscaron apoyo internacional. El Museo Nacional de Dinamarca y la organización Diving With a Purpose, de Florida, se sumaron a una cruzada que incluyó formación académica, talleres de historia y conservación marina, en el marco del proyecto universitario “El mar y sus beneficios”, dirigido por la investigadora Marianita Harvey Chavarría.

“El trabajo fue una apuesta por la justicia histórica, la identidad y el conocimiento desde las comunidades afrodescendientes”, explicó Harvey. A través de cursos y expediciones submarinas, decenas de jóvenes fueron capacitados en técnicas arqueológicas y rescate del patrimonio cultural sumergido.

Las pruebas bajo el mar

El arqueólogo danés David John Gregory lideró el análisis de las evidencias halladas en dos sitios clave del parque nacional: “Los Ladrillos” y “Las Anclas y Cañones”. En el primero, se encontró una pila de ladrillos daneses sobre restos calcinados del Fredericus IV, mientras que en el segundo yacían fragmentos del Christianus V.

Las pruebas científicas aplicadas incluyeron:

  • Susceptibilidad magnética y termoluminiscencia, que permitió confirmar el origen europeo de los ladrillos.
  • Análisis de pipas de arcilla del siglo XVII.
  • Dendrocronología para fechar la madera de roble entre 1690 y 1695.
  • Fotogrametría submarina que reveló estructuras ocultas del casco.
  • El reexamen de una manilla de esclavo hallada en 1985, como evidencia del comercio humano.

Una comunidad que transforma el pasado en futuro

Para jóvenes como Aaron Mora y Kevin Rodríguez, la experiencia cambió su visión de sí mismos y de su papel en la sociedad. “Antes se pensaba que eran barcos españoles. Ahora sabemos que eran daneses. Esto me ayudó a encontrar quién soy”, dijo Mora.

Maraya Jiménez Taysigue, presidenta del Centro de Buceo, aseguró que “este hallazgo cambia la historia del Caribe sur de Limón; pero lo mejor es que fue la comunidad la que lideró este proceso”.

Desde talleres culturales hasta cursos de buceo formativo, el proyecto ha generado un impacto real en las comunidades de Cahuita, Puerto Viejo y Manzanillo. Para María Suárez Toro, periodista y educadora involucrada en la iniciativa, el hallazgo también tiene una dimensión reparadora: “De 1.500 naufragios documentados, solo cinco han sido identificados como barcos esclavistas. Y ahora, dos están aquí, en Costa Rica. Esto es memoria, justicia y reconocimiento”.

Reescribir la historia desde el fondo del mar

El hallazgo de los galeones daneses esclavistas no solo enriquece el acervo histórico del país, sino que reconoce el protagonismo de las comunidades afrodescendientes en la construcción de la identidad nacional. Jóvenes buceadores, investigadores y líderes comunitarios de Limón han devuelto al país una página olvidada de su historia.

Con este descubrimiento, Costa Rica se posiciona como un referente mundial en arqueología subacuática comunitaria y se suma con fuerza al llamado internacional por la memoria, la justicia histórica y el reconocimiento del legado africano en América Latina.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *