Claudia Dobles y Ana Helena Chacón se apuntaron a la marcha de orgullo LGBTIQ+

ROSTROS POLÍTICOS EN EL PRIDE: ¿CONVICCIÓN O CÁLCULO ELECTORAL?

La Marcha del Orgullo LGBTIQ+ de este fin de semana en San José no solo estuvo cargada de color y reivindicaciones por la igualdad, sino también de presencias políticas que no pasaron desapercibidas. Entre las figuras destacadas estuvieron Ana Helena Chacón, exvicepresidenta de la República, y Claudia Dobles, ex primera dama y actual candidata presidencial por el Partido Acción Ciudadana (PAC).

Ambas, con un pasado ligado a la agenda de derechos humanos, se mostraron juntas durante el desfile, enviando un mensaje simbólico de respaldo a la comunidad. Dobles publicó en su cuenta de Facebook:

“Aquí estuvimos cuando fue el momento de avanzar. Aquí estamos para no retroceder, y para seguir avanzando ???”.

El gesto ha generado reacciones encontradas. Por un lado, hay quienes lo ven como una señal coherente con el legado progresista que impulsó, por ejemplo, el matrimonio igualitario durante la administración del PAC. Por otro, no faltan voces que lo interpretan como una jugada electoral con miras a recuperar terreno político en un contexto donde el partido ha perdido fuerza y necesita reconectar con sus bases más comprometidas.

¿Convicción o cálculo?

“Que una figura como Claudia Dobles asista al Pride tiene valor simbólico, porque representa a un sector político que históricamente ha defendido los derechos humanos”, opinó una activista trans que participó en la marcha. “Pero también hay que ser críticos: estamos a un año de elecciones. Todo el mundo sabe que en año preelectoral los abrazos son más largos y las sonrisas más amplias”.

Para algunos analistas políticos, la presencia de Dobles y Chacón refleja tanto una apuesta sincera por mantener una agenda progresista como la necesidad de posicionarse ante una derecha que ha ganado terreno con discursos conservadores. En este contexto, mostrar firmeza en la defensa de los derechos LGBTIQ+ podría ser una estrategia para movilizar a un electorado joven y urbano.

La pregunta sigue en el aire

¿Se trata de una lucha auténtica o una estrategia política? Quizá la respuesta no sea excluyente. Como muchos han señalado en redes sociales, lo importante es que estén y que no se retroceda. Pero también, que las banderas no se usen solo como telón de fondo para las campañas.

Los rostros políticos en el Pride son necesarios. Pero más aún lo son las acciones que se mantienen cuando las cámaras se apagan.

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