Un total de 810 kilos de clorhidrato de cocaína fueron incautados en un contenedor que transportaba banano con destino final en el Reino Unido. La droga fue localizada en la terminal de APM, en Moín, Limón.
El hallazgo se produjo gracias al trabajo de perfilamiento y a la intervención de un perro especializado en detección de narcóticos, que alertó a los oficiales durante una inspección más exhaustiva.
De acuerdo con la Policía de Control de Drogas (PCD), el contenedor había sido sometido dos veces al escáner, pero en ambas ocasiones la carga ilícita pasó desapercibida. Sin embargo, los agentes decidieron insistir en la revisión debido a la experiencia de los perfiladores, el tipo de carga legal —banano— y el destino internacional del embarque.
Gracias a esa insistencia, se logró detectar la droga, que estaba hábilmente oculta entre la mercancía. Las autoridades investigan ahora quiénes están detrás del intento de envío.
