El Partido Liberación Nacional (PLN) atraviesa un momento de alta tensión en medio de su proceso electoral interno. Este fin de semana, el candidato presidencial liberacionista, Óscar Ramos, anunció que Antonio Álvarez Desanti, exdiputado y excandidato presidencial, ya no formará parte de su campaña.
Según Ramos, tanto Álvarez Desanti como el exalcalde capitalino Johnny Araya se habían comprometido a mantenerse al margen del proceso electoral, pero no habrían cumplido ese acuerdo. Ante ello, el aspirante recalcó que no aceptará aportes económicos ni intervención directa del exprecandidato. “No vamos a ceder, aunque duela”, expresó durante una actividad pública.
La decisión también llega luego de que Álvarez Desanti criticara supuestas imposiciones de nombres en las papeletas legislativas del PLN, declaraciones que Ramos calificó de “antidemocráticas” y carentes de fundamento.
Paralelamente, el aspirante denunció intentos de sabotaje desde estructuras locales de San Ramón, donde —según afirmó— su equipo ha intentado sin éxito realizar la asamblea cantonal. Esta situación ha generado inquietud, ya que la actividad ha sido convocada en siete ocasiones sin lograr concretarse, algo que Ramos calificó como un hecho “inusual”.
El caso ha sido elevado al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), entidad que deberá definir los pasos a seguir y cómo el partido puede garantizar la realización de sus procesos internos en ese cantón.
Ramos hizo un llamado directo a los simpatizantes ramonenses a participar en una reunión sin intermediarios, con el objetivo de retomar el control de la agenda partidaria en esa región.
Mientras tanto, las fricciones al interior del PLN reflejan un partido en busca de cohesión, en un momento donde las disputas internas podrían impactar su desempeño rumbo a las elecciones de 2026.
