Operación “Micrófono en campaña”: Laura Fernández dice que fue espiada

La candidata oficialista Laura Fernández asegura haber descubierto lo que parece ser el nuevo gadget de moda en la política tica: un micrófono oculto instalado en su oficina. No era cualquier aparatito, según ella, sino un dispositivo de tecnología avanzada, digno del mismísimo James Bond, aunque encontrado en una pared de San José y no en una misión en Estambul.

El artefacto, según relató, estaba conectado al tomacorriente, contaba con fuente de poder independiente y podía captar conversaciones hasta un kilómetro de distancia. En otras palabras, un pequeño milagro de la ingeniería para quien quisiera enterarse de sus estrategias de campaña y, con suerte, del menú del almuerzo.

Fernández, indignada pero con tono de agente encubierta, afirmó que “no tiene necesidad de espiar a sus oponentes”, aunque alguien claramente sí quería saber qué se cuece en su cuartel político. “Mi oficina fue vulnerada”, dijo, entre líneas que bien podrían sonar a la introducción de una película titulada Misión: Campaña Imposible.

El hallazgo llega en plena recta electoral, donde la tensión se palpa… y, aparentemente, también se graba. La candidata calificó el hecho como una bajeza política y anunció que acudirá al OIJ para descubrir desde cuándo la estaban escuchando.

Por ahora, Fernández sigue adelante, más decidida que nunca, aunque con una nueva costumbre: mirar los enchufes dos veces antes de hablar. En esta contienda, parece que el verdadero poder no está en los votos… sino en la frecuencia modulada. ??