Costa Rica se encamina a cerrar el año con 900 homicidios, superando el récord histórico de violencia del 2023
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, advirtió que Costa Rica podría cerrar el 2025 con alrededor de 900 homicidios, lo que convertiría este año en el más violento de la historia del país, superando incluso las 907 muertes violentas registradas en 2023.
Zúñiga explicó que la tendencia se mantiene al alza desde enero, impulsada principalmente por ajustes de cuentas, disputas entre bandas del narcotráfico y el sicariato, fenómeno que ha ganado fuerza en zonas urbanas y costeras del país.
“De continuar con el ritmo actual de asesinatos, estaríamos cerrando el año con una cifra muy cercana a los 900 homicidios. Es una situación preocupante que refleja la gravedad del crimen organizado en Costa Rica”, afirmó el jerarca judicial.
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Estadísticas preocupantes
Según datos oficiales del OIJ:
- Entre enero y octubre de 2025 se han contabilizado más de 740 homicidios, es decir, un promedio de 2.4 asesinatos por día.
- El 70% de los casos está vinculado a conflictos del narcotráfico o ajustes de cuentas.
- Las provincias más afectadas son Limón, San José y Puntarenas, donde se concentra la mayor parte de los crímenes por sicariato.
- En más del 80% de los homicidios se utilizaron armas de fuego, lo que refleja la facilidad con que los delincuentes acceden a este tipo de armamento.
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El sicariato: una amenaza en expansión
El OIJ advierte que el sicariato juvenil —la contratación de menores o jóvenes para ejecutar asesinatos— se ha convertido en una práctica frecuente entre bandas criminales. Muchos de estos jóvenes reciben pagos que van desde ?50.000 hasta ?500.000, dependiendo de la víctima y el riesgo.
Zúñiga insistió en la necesidad de fortalecer las políticas preventivas, mejorar los programas sociales y aumentar la coordinación entre cuerpos policiales y el Ministerio Público, pues la respuesta no puede ser únicamente represiva.
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Un país en alerta
Costa Rica, tradicionalmente vista como una nación pacífica en la región, enfrenta hoy una ola de violencia sin precedentes, con cifras de homicidios comparables a países con presencia fuerte del crimen organizado.
El OIJ y el Ministerio de Seguridad trabajan en operativos focalizados en zonas de alto riesgo, como Limón, Desamparados, Pavas, Puntarenas y Guanacaste, donde se concentra buena parte de las ejecuciones ligadas a estructuras criminales.
Zúñiga concluyó que, aunque los esfuerzos policiales se mantienen constantes, la impunidad y el reclutamiento de jóvenes por bandas narco siguen alimentando un ciclo que amenaza con romper todos los récords de violencia en Costa Rica.

