Crucitas reaviva debate: alcalde sancarleño respalda minería a cielo abierto y se distancia de Álvaro Ramos
El anuncio del gobierno de Rodrigo Chaves sobre la posibilidad de reactivar la minería a cielo abierto en Crucitas, San Carlos, ha desatado una nueva tormenta política y ambiental en el país.
Mientras sectores ambientalistas y líderes opositores advierten sobre los graves riesgos ecológicos del proyecto, el alcalde de San Carlos, Juan Diego González, expresó públicamente su respaldo a la extracción minera controlada en Crucitas y retiró su apoyo al candidato presidencial del PLN, Álvaro Ramos, quien manifestó su rechazo a esta práctica.
“Yo apoyo la minería responsable y legal, siempre y cuando el beneficio llegue a las comunidades que por años han sido abandonadas. Crucitas no puede seguir siendo tierra de nadie ni escenario del saqueo ilegal. Si Álvaro Ramos no lo entiende, no puedo respaldarlo políticamente”, declaró González.
El alcalde afirmó que la minería podría convertirse en una fuente de empleo y desarrollo local, si se realiza bajo supervisión técnica, controles ambientales y participación comunitaria, y reprochó que “desde San José se tomen decisiones sin considerar la realidad económica del norte del país”.
Críticas del Frente Amplio y ambientalistas
El Frente Amplio, en voz de su candidato a diputado y ambientalista Edgardo Araya, calificó la postura del alcalde como un “grave error político y ambiental”.
“La minería a cielo abierto no tiene nada de responsable. Es una actividad que destruye bosques, contamina el agua con cianuro y pone en riesgo la salud de las comunidades. Costa Rica no puede renunciar a su modelo verde por promesas económicas que nunca llegan al pueblo”, sostuvo Araya.
El ecologista recordó que Crucitas se encuentra en una zona de alta fragilidad ecológica, rodeada de humedales y corredores biológicos esenciales para especies como la danta, el caucel y el manigordo, y advirtió que reactivar la minería “sería abrir una herida que el país aún no ha sanado”.
Un debate que vuelve a dividir
El tema Crucitas vuelve a dividir a la opinión pública y al espectro político nacional. Mientras el gobierno insiste en que el proyecto está en una etapa de “análisis técnico y diálogo”, los grupos ambientalistas ya preparan movilizaciones y acciones legales para detener cualquier intento de extracción.
La discusión reabre un viejo dilema costarricense: ¿puede el desarrollo económico coexistir con la protección ambiental? En Crucitas, esa respuesta sigue siendo tan compleja como el oro enterrado bajo su suelo.
