Mulay Ismaíl, un sultán marroquí que vivió en el siglo XVII y XVIII. Se le atribuye la paternidad de un número notablemente alto de hijos, lo que lo ha convertido en una figura legendaria en la historia debido a la magnitud de su descendencia.
El sultán Mulay Ismaíl, también conocido como «el Sangriento», gobernó Marruecos durante un extenso período desde 1672 hasta 1727. Es famoso por su reinado autoritario y brutal, y se dice que lideró numerosas campañas militares en las que se registraron miles de muertes. Además de su reputación como líder militar, se le atribuye haber tenido una cantidad asombrosa de hijos.
De acuerdo con la historia, Mulay Ismaíl habría tenido alrededor de 888 hijos, y algunas fuentes incluso sugieren que el número podría haber llegado hasta 1,171 hijos. Esto lo ha convertido en una figura intrigante y curiosa en la historia, ya que tener una cantidad tan grande de hijos es excepcional y poco común.
El relato también menciona que Mulay Ismaíl mantenía un harén de más de 500 concubinas y cuatro esposas, lo que proporciona un contexto en el que tal descendencia extraordinaria podría haber ocurrido. Además, se han realizado simulaciones científicas para calcular la frecuencia de relaciones sexuales necesarias para lograr una cantidad tan grande de hijos en un período de tiempo determinado.
Este relato resalta tanto los aspectos históricos como los aspectos biológicos y matemáticos, y arroja luz sobre una figura controvertida y fascinante en la historia de Marruecos. Sin embargo, es importante señalar que algunas partes de la historia podrían ser sujetas a interpretación y análisis crítico debido a la falta de registros detallados y a la mezcla de hechos históricos y leyendas.
Mulay Ismaíl gobernó Marruecos con mano de hierro durante décadas y es famoso tanto por su liderazgo autoritario como por sus campañas militares. Sin embargo, su reputación como «rey semental» proviene principalmente del relato histórico que sugiere que tuvo una cantidad excepcionalmente alta de hijos, llegando a números que superan el millar en algunas estimaciones.
Este apodo resalta la fascinación que ha generado la idea de que un individuo haya tenido una cantidad tan extraordinaria de descendientes en un período de tiempo relativamente corto. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la historia y las leyendas a menudo pueden entremezclarse en relatos como este, y la veracidad exacta de los números y detalles puede ser difícil de determinar con certeza histórica.