Foto principal del Río Aguas Zarcas de 1901, por Fotos Antiguas de Costa Rica.
La furía del Río Aguas Zarcas, fue relatada por los primeros colones que habitaron el distrito hace más de 100 años.
De acuerdo con el Luis Fernando Méndez Molina, escritor sancarleño y amante de la historia para el año 1895 había 81 propietarios en Aguas Zarcas.
Aquí vivían ya siete familias residentes que habitaban en 18 ranchos y cultivaban 68 manzanas de terrenos.
Relataron estos colones que en este año, 1895 reconstruyeron el puente sobre el Río Aguas Zarcas que había sido destrozado por un desbordamiento de una crecida. Al parecer, era frecuente que las constantes llenas del río produjeran el arrastre de los puentes rudimientarios de la época.
El Río Aguas, ha sido siempre un río muy caudaloso con la llegada de las lluvias ya que muchos riachelos provenientes de las montañas van a dar al cauce del río, además la parte alta donde nace, en el Parque del Agua es un sitio muy lluvioso.
La pendiente muy elevada hace que el agua corra a gran velocidad, forme cabezas de agua que se llevan todo a su paso.
El desvordamiento del río Aguas Zarcas como el ocurrio hace dos meses no es nada nuevo, en los años ochenta hubo un desvordamiento por el mismo sector donde una avalancha se llevó casas y comercios. Pese a esto, se levantarón edificaciones con permisos institucionales.
Otra evidencia de la furía del Río Aguas Zarcas, queda demostrado con las piedras de río hasta más de 500 metros del cauce. Señal de desvortamientos y desvios del río en el pasado.
El Río Aguas Zarcas, un río mágico. Es un tesoro viviente que nace en las entrañas del Parque Nacional de Agua, Juan Castro Blanco, se trata de Río Aguas Zarcas, cuyo nombre significa aguas claras, por su color de sus aguas y que se torna de un color celeste y tirando azul en el verano, principalmente el sector de la comunidad de Cerro Cortes.
Las aguas del río son azufradas, productos de yacimiento de azufre que existen dentro del parque. Dicurren por un enorme cañón, que se abre paso a través de las montaña , por varios kilómetros.
Después de la comunidad de Aguas Zarcas, el río pierde un poco de fuerza y su cauce se abre paso por un terreno menos quebrado, hasta llegar a la bajura en Cerro Cortés y Kooper, por donde corre sereno y claro. Aquí en verano sus aguas toman un color azulado y celeste. En estos día se puede apreciar este bello espectáculo en ese sector.
Su cauce se pierde entre enormes llanura verdes de la zona, a través a de fincas ganaderas, sembrados de piña, hasta desembocar en Río San Carlos.
El contenido de azufre que tienen sus aguas, hace que sea un río que no tenga peces. Solo pequeñas olominas pero, si una gran cantidad de micro fauna y flora que se ha adaptado a estas condiciones y constituyen su principal fuente de vida.
El Río Aguas Zarcas, que baña de exuberancia parte de las llanuras de San Carlos, es uno de los ríos más bellos de la Zona Norte. Constituye un manantial de vida, pero por desgracia, en los últimos años seriamente amenazado no sólo por la contaminación, sino por empresas que se sirven de agua para producir electricidad y otras para la extracción de piedra, lo cual, ha afectado su cauce y todo el ecosistema que puebla a su alrededor.
Este bello río, en las partes bajas o en las llanuras, desde hace mucho tiempo dejó de ser el que fue hace muchos años. Sus aguas han disminuido, no sólo por la tala de árboles y el cambio climático, sino por el sometimiento que ha sido objeto por empresas que buscan explotarlo.
Un aparente proyecto de construcción de un quebrador en el sector de la Loma de la Palmera, utilizando piedras del cauce del Río Aguas Zarcas, amenazan aún más la vida de este río mágico, pero seriamente sometido.