En la ciudad de Yalta, en la hermosa península de Crimea, se está preparando un emotivo homenaje en forma de un monumento en honor a un perro callejero muy especial llamado Mukhtar. Este canino, conocido cariñosamente como el ‘Hachiko de Crimea’, se ganó el corazón de vecinos y turistas por su historia conmovedora.
La historia de Mukhtar comenzó hace aproximadamente 12 años, cuando fue avistado por primera vez en la zona costera de Yalta. Su vida estuvo marcada por una triste circunstancia: la pérdida de su dueño, un valiente socorrista acuático. Desde ese momento, Mukhtar se convirtió en un fiel guardián de la esperanza, pues día tras día recorría el paseo marítimo de la ciudad, aguardando el regreso de su amado amo. Desde la mañana hasta la noche, se mantenía vigilante, mirando hacia el horizonte y observando su entorno con la esperanza de que su dueño regresara algún día.
Con el tiempo, Mukhtar estableció una conmovedora amistad con un músico callejero llamado Víktor Malinovski, quien tocaba la trompeta. En ocasiones, se unía a las melodías de Víktor, creando así un dulce dueto que deleitaba a quienes pasaban por allí.
A pesar de la compañía de Víktor y del trato amable que recibía de los transeúntes, Mukhtar nunca dejó de buscar a su dueño perdido. Mantuvo su vigilia inquebrantable junto al mar, quizás con la esperanza de volver a ver a su ser querido.
La triste noticia de la partida de Mukhtar conmovió profundamente a los residentes de Yalta, quienes compartían un cariño especial por este leal compañero de cuatro patas. En un gesto de amor y gratitud, se dirigieron a Yanina Pavlenko, la jefa de la administración local, expresando su deseo de inmortalizar la memoria de Mukhtar.
Como resultado de esta conmovedora solicitud, a finales de año, se erigirá una estatua en honor a Mukhtar en el paseo marítimo de Yalta. Esta estatua será un tributo sincero a un perro que tocó los corazones de tantos. Como señaló Yanina Pavlenko, «Es una gran pérdida para nosotros, porque Mukhtar conocía y quería a casi todos los que venían a nuestra ciudad. Un perro muy leal. Por supuesto, es una pena».
La historia de Mukhtar también incluye un acto heroico, cuando se lanzó valientemente al agua para salvar a personas en peligro durante un incidente en el que una embarcación volcó. Aunque Mukhtar sobrevivió, las cicatrices en su cuerpo fueron un recordatorio constante de su valentía.
Si existe un lugar donde todos los perros van al cielo, seguramente Mukhtar ya se encuentra allí, reunido con su viejo dueño, en un lugar donde su lealtad y amor eterno serán eternamente recordados y apreciados.