En la parte baja de la evaluación, los cantones con los promedios más bajos son Talamanca (0,27), Matina (0,30), Buenos Aires (o,30), Turrubares (0,31), Guatuso (0,31), Los Chiles (0,32), León Cortés (0,34), Upala (0,34), Acosta (0,35) y Sarapiquí (0,35). De este grupo repiten con respecto al año pasado ocho; no estaban Upala y Acosta, que ocuparon los lugares de Jiménez y Golfito.
Por su parte, los mejor evaludos son: Escazú se mantiene en el tope (0,736), seguido de Belén (0,733) y San José (0,67). Heredia ascendió del sexto al cuarto lugar (0,64), mientras Curridabat lo hizo del sétimo al quinto (0,64).
En el periodo del Índice de Competitividad Cantonal de Costa Rica 2020-2021, se observaron cambios notables en la evaluación de los cantones, revelando tendencias alentadoras y áreas de mejora. El promedio general de los cantones experimentó una ligera mejora, elevándose marginalmente de 0,45 en 2020 a 0,46 en la medición actual.
Una de las mejoras más destacadas se registró en la distribución de las calificaciones, donde los cantones con notas altas, en el rango de 0,60 a 0,79, aumentaron de ocho a diez. Este grupo incluyó a destacados cantones como Escazú, Belén y San José, liderando el índice con puntuaciones de 0,736, 0,733 y 0,67 respectivamente.
En paralelo, los cantones con evaluaciones medias, ubicados entre 0,40 y 0,59, también experimentaron un incremento significativo, pasando de 47 a 52. Este aumento refleja un avance general en diversas áreas, contribuyendo al desarrollo competitivo de estas localidades.
Contrariamente, los cantones con calificaciones bajas, en el rango de 0,20 a 0,39, disminuyeron de 26 a 19. Este descenso podría indicar esfuerzos para abordar y mejorar las deficiencias previas, marcando un progreso en la competitividad de estos cantones.
Los diez cantones mejor evaluados exhibieron mejoras consistentes en todas sus métricas. Escazú se mantuvo en la cima, seguido de cerca por Belén y San José. Hubo movimientos notables en el ranking, con Heredia y Curridabat ascendiendo, mientras que Alajuela y Montes de Oca experimentaron descensos, a pesar de mejorar sus registros.
En el extremo inferior de la evaluación, los cantones con los promedios más bajos incluyeron a Talamanca, Matina, Buenos Aires, Turrubares, Guatuso, Los Chiles, León Cortés, Upala, Acosta y Sarapiquí. Este grupo refleja persistentes desafíos que podrían requerir enfoques específicos para mejorar su competitividad.
El índice se compone de siete pilares, destacando en rendimiento laboral (0,57), infraestructura (0,53) y calidad de vida (0,52). Por otro lado, innovación (0,42), economía (0,41), gobierno (0,38) y empresarial (0,33) se ubicaron por debajo del promedio general, indicando áreas críticas que necesitan atención.
En el pilar laboral, se identificaron desafíos como la reducción del trabajo informal, el aumento de la participación femenina y la mejora de la cobertura educativa. La infraestructura demostró ser un área con un rendimiento desigual, con Tibás, Goicoechea y San Pablo destacándose, mientras que la conectividad y los servicios básicos necesitan mejoras generales.
En calidad de vida, aspectos como seguridad, acceso a la salud y entretenimiento se evaluaron favorablemente en la mayoría de los cantones, a pesar de que algunos desafíos pueden no haberse reflejado completamente debido a la medición en 2021. En resumen, aunque hay avances notables, persisten desafíos significativos, especialmente en las áreas identificadas como menos competitivas.