En áreas que alguna vez pertenecieron a la Universidad Católica Agropecuaria del Trópico Seco (UCATSE) en Estelí, y que fueron confiscadas por el régimen de Daniel Ortega a la Iglesia Católica, hoy en día se cultiva tabaco por parte de nuevas empresas con supuesto capital cubano-nicaragüense que han surgido en el norte del país desde mediados del año pasado.
Los miembros de la industria, con décadas de experiencia, observan con inquietud la rápida expansión de estas empresas, al menos 13 en total, muchas de las cuales se han establecido al norte de Las Segovias, desplazando a Estelí, que antes era conocida por tener las mayores extensiones de cultivos de hoja de tabaco. En reuniones realizadas a mediados del año pasado, los empresarios tradicionales expresaron preocupación por la competencia y posibles confiscaciones que podrían surgir debido a la llegada de estos nuevos inversionistas.
Las nuevas empresas han construido edificaciones y galerones para la producción de puros de exportación. Muchas de estas empresas cuentan con infraestructuras de forrajes rústicos, utilizando tablas de costaneras (madera de ocote) de pino, similar a las técnicas empleadas en los inicios de la industria tabacalera en Estelí, Condega y Jalapa en los años 60.
Respecto al uso de las tierras de la universidad confiscada, inicialmente se ordenó renombrar la institución como Universidad Nacional «Francisco Luis Espinoza», UNFLE. Tras la confiscación en 2022, el régimen también ordenó la división de varias manzanas de tierra que antes eran utilizadas por los estudiantes universitarios para prácticas agrícolas, las cuales ahora están siendo cultivadas por estas nuevas empresas tabacaleras. «Casi toda la zona conocida como San Ramón, donde se ubicaba la facultad de Medicina de la Ucatse, ahora está siendo ocupada por estas personas», según relata un residente local del departamento.