Fueron guiados por un pastor y viven en una iglesia de Hialeah
Un grupo de 29 balseros cubanos, pertenecientes a una congregación cristiana, duraron cinco meses construyendo una embarcación rústica para escapar de la isla y después de varios días de travesía en el mar, el pasado 1 de enero alcanzaron la libertad en tierra firme en Estados Unidos.
Los balseros cubanos viven en una iglesia de Hialeah y desde ahí contaron sus historias de vida y libertad al canal Telemundo 51, desde que iniciaron la odisea en diciembre pasado, guiados por el propio pastor de la iglesia cristiana de los migrantes.
Los balseros lograron llegar hasta Cayos Marquesas y allí se entregaron a la Patrulla Fronteriza en busca del sueño americano.
Desde ahí fueron trasladados a Krome y liberados en días recientes.
Uno de los entrevistados, Fernando Meirelles, dijo que «el cubano no se puede sentir ni libre en su país de nacimiento».
Otro de los migrantes, Raidel Castillo, llegó con una bebé en brazos: su nieta de apenas seis meses de nacida.
El grupo, perteneciente a una congregación cristiana en la isla, estuvo cinco meses construyendo la embarcación rústica para luego lanzarse al mar desde Habana del Este, en la capital de la isla.
Los migrantes fueron liberados en Estados Unidos con un parole y se encuentran a la espera de su permiso de trabajo.
A pesar de los peligros de la travesía y la eliminación de la llamada «Ley de Pies Secos, Pies Mojados», los cubanos no han dejado de lanzarse al mar en los últimos años.