Video involucra a dueño de autobús y conductor en muerte de 20 personas por trágico accidente en Matagalpa, Nicaragua

En Matagalpa, Nicaragua, el juicio contra Douglas Otoniel Orózco Cruz, conductor del autobús involucrado en el fatal accidente del pasado 23 de diciembre, sigue su curso. El accidente ocurrió cuando el autobús chocó contra la baranda metálica del puente Mancera, en el municipio de Rancho Grande, cobrando la vida de 20 personas, incluidos 8 niños.

Orozco, junto con el propietario del autobús, Luis Martín Chavarría, quien también viajaba como pasajero, enfrentan acusaciones de homicidio doloso eventual. Esto implica que se les imputa la previsión de la tragedia que podría acontecer y, a pesar de ello, continuaron con la operación de la ruta. Además, se enfrentan a cargos por homicidio frustrado, así como por exposición y abandono de las víctimas sobrevivientes.

Durante la última audiencia, celebrada el viernes 08 de marzo, la fiscalía presentó un video de baja calidad. En él se observa a dos personas entrando y saliendo de un bar en la ciudad. La fiscalía busca demostrar que Orozco y Chavarría consumieron alcohol hasta altas horas de la madrugada, a pesar de saber que su jornada laboral comenzaba temprano al día siguiente.

Sin embargo, Elsa Chavarría, hermana del propietario del autobús, expresó su escepticismo hacia esta evidencia. Argumenta que en el video no se distinguen claramente los rostros de los imputados.

Por otro lado, Luis Chavarría, hijo del propietario del autobús, declaró a medios locales que las imágenes presentadas no son concluyentes y sostiene que el accidente ocurrió debido a un fallo mecánico, no al estado de embriaguez de su padre o del conductor.

Las víctimas, como Rafaela del Carmen Jarquín, sobreviviente del accidente, luchan no solo con el dolor de las pérdidas humanas, sino también con la falta de recursos económicos para asistir a cada audiencia y exigir justicia.

El juicio continuará el próximo miércoles 13 de marzo en el Complejo Judicial de Matagalpa. Las familias afectadas claman por justicia en medio de tiempos difíciles, recordando que aquellos que han perdido la vida merecen ser reconocidos como seres humanos y no como meras estadísticas.