Fiscalía de Róterdam, en los Países Bajos, ha confirmado el decomiso de más de 1 tonelada de cocaína, específicamente 1.100
La kilos, oculta en un cargamento de piñas procedente de Costa Rica. Este hallazgo se realizó en un almacén de frutas durante la descarga de un contenedor.
Los trabajadores de la compañía de frutas, al detectar la droga entre la carga, alertaron inmediatamente a las autoridades, quienes se movilizaron para asegurar tanto las piñas como los paquetes de cocaína, trasladándolos a un lugar seguro para su análisis detallado. Además, se encontró una baliza GPS entre el lote, herramienta usada por los criminales para rastrear la ubicación exacta de los contenedores.
La empresa frutera, al actuar de acuerdo con el protocolo establecido, parece no estar involucrada con el tráfico de la cocaína, según indican las autoridades neerlandesas.
Este incidente pone de relieve el papel de Róterdam como uno de los principales puertos de Europa, no solo para la entrada de productos de exportación latinoamericanos, sino también como una ruta significativa para el tráfico de cocaína hacia Europa.
La noticia surge en un contexto de colaboración entre Costa Rica y los Países Bajos, destacándose la visita del presidente costarricense al puerto de Róterdam en marzo de 2023, y la reciente invitación a una delegación neerlandesa a Costa Rica para mostrar las medidas de seguridad implementadas en la Terminal de Contenedores de Moín, incluyendo el uso de escáneres antidrogas.
Este decomiso sigue a otro reciente en el Puerto de Barcelona, donde 419 kilos de cocaína, también procedente de Costa Rica y oculta en un contenedor de café, fueron incautados. Estos eventos resaltan los desafíos continuos en la lucha contra el narcotráfico internacional.