El puente más alto del mundo está en la República Popular China y es una locura de la ingeniería: 565 metros sobre las aguas del río Beipan.
El viaducto es una estructura atirantada levantada en la provincia de Guizhou (China) que se inauguró hace siete años, el 29 de septiembre de 2016, tras cinco años de trabajos y una inversión que superó los mil millones de yenes, más o menos unos 144 millones de dólares. Si por algo destaca es por sus medidas, suma cuatro carriles y alcanza los 1.341 metros de longitud, una extensión que le permite atravesar el río Beipan, en la frontera entre Yunnan y Guizhou. Pero sobre todo Duge es alto, muy, muy alto, su plataforma se alza a 565 metros en pleamar media. esas dimensiones le han valido el título de «puente más alto del mundo», como todavía figura en la web de Guinness World Records y lo presentaba hace solo unos días Xinhua, la agencia de noticias estatal de la República China.
Hay otros puentes a altitudes sorprendentes y columnas de talla despampanante, pero Duge es el que tiene mayor distancia vertical entre su plataforma y la superficie sobre la que se alza. Que sea tan simbólico y se haya convertido en un atractivo turístico, no se debe solo a esa marca mundial.
Fudge ha sido el primer viaducto en superar la barrera de los 500 m de altura y también la primera estructura atirantada en alcanzar el disputado título de puente más elevado del mundo. La mayoría de los que figuran en ese peculiar «TOP 5» no apto para cardiacos con vértigo son de hecho construcciones en suspensión, como la de los ríos Sidu y Puli o la de Jin´an, tres estructuras localizadas en China.