¿Sabías que antes de 1920, en Estados Unidos, existía la posibilidad de enviar niños a través del servicio postal?
Esta peculiar práctica tenía ciertas condiciones que debían ser cumplidas al pie de la letra. En primer lugar, los pequeños debían pesar menos de 50 libras y se les colocaban sellos en la ropa como forma de pago por el servicio.
De manera sorprendente, en muchas ocasiones resultaba más económico para las familias enviar a sus hijos por correo en lugar de utilizar el transporte en tren u otros medios convencionales.
Durante el viaje, los niños eran colocados en vagones del correo de trenes, donde eran supervisados y cuidados por los empleados del servicio postal.
Esta práctica insólita nos ofrece una visión única de la historia del correo en Estados Unidos, mostrando cómo se adaptaba el sistema para satisfacer las necesidades de la población en aquel entonces.
Un ejemplo destacado de esta peculiaridad fue un viaje de más de 700 millas, desde Florida hasta Virginia, que fue cubierto con apenas 15 centavos en sellos. Esta anécdota resalta la eficiencia y la flexibilidad del sistema postal en su momento, así como la increíble confianza que se depositaba en él para llevar a cabo tareas más allá de lo común.
