• Investigación realizada por Escuela de Biología rechaza especulaciones de trabajo científico publicado en 2019 donde se atribuía estas mutaciones a pesticidas utilizados en plantaciones de piña, banano y palma africana.
• ASA reitera llamado a fundamentar con ciencia y técnica cualquier aseveración que se haga sobre estos productos.
San José, junio 2024. La Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica y el Laboratorio de Ensayos Biológicos (LEBI) descartaron la posibilidad de que los patrones de pigmentación anómala observados en algunos monos aulladores o congos de diversas zonas del país, obedezca a la ingesta de pesticidas utilizados enactividades agrícolas.
La investigación que finalizó en diciembre de 2023 indicó que el 98% de muestras analizadas y que incluyeron tejidos de animales con pigmentación anómala, dieron negativo para la presencia de los 78 pesticidas analizados.
De esta forma, los resultados de esta investigación rechazan las especulaciones hechas por un trabajo científico publicado en 2019 por la revista MammalianBiology, donde se afirmaba que estas anomalías en estos mamíferos podrían estar asociadas a algunos pesticidas aplicados en plantaciones de piña, plátano y palma africana cerca a los fragmentos de bosque habitados por los monos aulladores.
El doctor Oscar Chaves, a cargo de esta investigación anunció que tienen planeado próximamente hacer estudios moleculares para determinar los genes asociados a la coloración anómala de estos animales, los cuales tienen un costo muy elevado, por lo cual necesitaran conseguir los recursos financieros para llevar a cabo este proyecto.
En los últimos años, la industria agroquímica ha sido objeto de diversas acusaciones basadas en hipótesis sobre la relación entre el uso de plaguicidas y diferentes enfermedades y padecimientos en animales y personas, sin contar con investigaciones que respalden esta información. Jorge Cartín, director de la Alianza para la Sostenibilidad Agrícola (ASA), destacó la relevancia de basarse en la ciencia antes de relacionar los pesticidas con alguna afectación al ambiente o a la salud humana yanimal.
«Una vez más, la ciencia nos demuestra la importancia de realizar investigaciones y análisis adecuados para respaldar afirmaciones como esta. No podemos especular ni repetir lo que dicen las personas acerca de los plaguicidas sin sustento científico. Estos productos se basan en ciencia e investigaciones de años, por lo que cualquier afirmación al respecto debe respaldarse de la misma manera», señaló Cartín.
Las conclusiones de la investigación arrojaron que en realidad se descubrió evidencia de un componente genético importante en este fenómeno, ya que al menos unas diez hembras con pigmentación anómala analizadas también tenían crías pequeñas con diversos tipos de pigmentación anómala, aunque no necesariamente con el mismo patrón de la madre.
En el proyecto colaboraron también investigadores del Centro de Investigaciones en Contaminación Ambiental (CICA) y el Laboratorio de Metagenómica de la Conservación en la Universidad del Bío-Bío de Chile.