La técnica “Daisugi” es conocido por su arte de cultivar árboles, que consideran representan un puente entre lo divino y lo humano. Está técnica demuestra la conexión natural que muchas culturas tienen con la Tierra. Te contamos de qué se trata y sus beneficios socio-ambientales.
Gracias al daisugi se prevé que estos árboles serán plantados para las futuras generaciones y no serán talados sino podados como si fueran árboles bonsái gigantes; aplicando esta técnica a los cedros, la madera que se puede obtener es uniforme, recta y sin nudos, prácticamente perfecta para la construcción. La poda es un arte que permite que el árbol crezca y brote mientras usa su madera, sin cortarlo nunca.
El Dausugi, es originaria de la región de Kitayama, Kioto, y durante siglos y hasta ahora ha sido utilizada por los campesinos y agricultores de la zona. Fue en el siglo XIV, cuando éstos se dieron cuenta de la posibilidad de cultivar cedros sin tener que esperar años para que se desarrollaran de forma natural.
Hoy se cultiva en muchos sitios, como árbol ornamental. Los japoneses llaman sugi a este árbol, y Daisugi se puede traducir como cedro de plataforma, porque los troncos del árbol se usan como una plataforma sobre la que crece el tronco que se va a talar. Lo que hace el Daisugi es podar el árbol con una técnica similar a la que se usa con los bonsáis, para producir brotes que crecen completamente rectos y sin ramas.
Para hacerlo hay que podar constantemente el tronco durante dos años, dejando sólo las ramas superiores. Para que crezca por completo tienen que pasar 20 años, pero así consiguen madera que se puede talar sin tener que cortar el árbol completo, que seguirá creciendo y produciendo más madera. Hay árboles viejos que pueden producir más de 100 brotes al mismo tiempo. Se cree que esta técnica se originó en el período Muromachi, cuando entre la clase alta y los samuráis se puso de moda un tipo de vivienda fabricada por completo de madera y había zonas en donde no había suficientes árboles
El Daisugi transforma a los árboles es una fuente de madera sostenible sin necesidad de talar. Además, otros beneficios son:
- Obtener madera de alta calidad: se cosechan las ramas horizontales, que son las más resistentes y de mejor calidad ya que reciben más luz solar.
- Silvicultura sostenible: Al no talar el árbol completo, se preserva el bosque y se evita la erosión del suelo.
- Eficiencia: Con el método daisugi, se puede obtener más madera de un solo árbol que de un árbol talado tradicionalmente.
- Belleza natural: Los árboles daisugi tienen una forma única que genera un paisaje especial en la naturaleza japonesa.