Se “alza la gusanera, la maldad, los disparate, los guiñapos, los trapos sucios y sucios, los chingastes, porque (los venezolanos y nicaragüenses) son chingastes, son despojos de la creación. Cuando digo de la creación, me refiero a la creación divina, son saltimbanqui de los imperios”, vociferó la segunda de la dictadura en Nicaragua
La sancionada Rosario Murillo, a través de sus medios de comunicación oficialista, el mediodía de este martes, defendió el fraude electoral perpetrado por el dictador Nicolás Maduro en Venezuela y a la vez lanzó virulentos ataques en contra de la población venezolana que se manifiesta en las calles en protesta por el robo de las elecciones.
“Estamos siendo testigos de la desgracia de una condición humana como la que se está desplegado en las calles, una condición humana que odia, contraria a la que debe de ser la humanidad. Una condición humana que produce y provoca desgracia, dolor”, señaló Murillo
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Se “alza la gusanera, la maldad, los disparate, los guiñapos, los trapos sucios y sucios, los chingastes, porque (los venezolanos y nicaragüenses) son chingastes, son despojos de la creación. Cuando digo de la creación, me refiero a la creación divina, son saltimbanqui de los imperios”, vociferó la segunda de la dictadura en Nicaragua.
En su discurso de odio, Murillo calificó a las poblaciones opositoras de Nicaragua y Venezuela como promotoras de miseria, destrucción, dolor y muerte, “pero los muertos son ellos, que se llenan la boca de gusanos, porque son muertos enterrados por su propio odio, y deambulan como zombis, vergonzosos esperpentos excluidos por ellos mismos de la historia”, agregó.
En su retahíla de odio, contra sus críticos nicaragüenses que están exiliados, “agradeció a Dios” porque están fuera y que pueden decir lo que quieran, y que todos los días «buscan cámaras en plena sintonía para promover el odio, la miseria y la destrucción».
“Les decimos que estamos viendo sus propios teatros repugnantes, falso, espurio, idiotas, parecen lo que son, fantasmas, sin almas y sacan lo único que tienen como dice nuestro pueblo, geta, aprovechan cualquier circunstancia para creerse grandes, pretendiendo un absurdo protagonismo”, continuó la sancionada Murillo.