Un total de 24 personas privadas de libertad se graduaron del curso Círculos de Paz, acreditado por la Comisión Nacional para el Mejoramiento de la Administración de la Justicia, Conamaj.
La capacitación busca sensibilizar a la población que descuenta pena en centros penitenciarios con comunicación asertiva y herramientas básicas para la resolución alterna de conflictos y así promover la paz, el diálogo y evitar la violencia en su día a día.
El curso para promover una cultura de convivencia pacífica dentro del sistema penitenciario fue impartido por Michelle Mayorga, de Justicia Restaurativa del Poder Judicial y Leslie Agüero de Casas de Justicia de Heredia.
En una primera etapa, se realizaron dos talleres presenciales, con la participación de 20 personas privadas para identificar los factores que generan problemas de convivencia y crear estrategias que permitan su resolución de una forma pacífica y eficiente.
Posteriormente, se diseñó el curso de «Círculos restaurativos para la resolución de conflictos convivenciales entre las personas privadas de libertad».
En la actividad de graduación de las 24 personas privadas de libertad, estuvieron presentes la Ministra a.i del Ministerio de Justicia y Paz, Carolina Castro del Castillo; el viceministro de Justicia, Juan Carlos Arias Agüero y el Magistrado de la Sala de Casación Penal y rector de Justicia Restaurativa del Poder Judicial, Gerardo Rubén Alfaro Vargas.
Para el Magistrado Alfaro Vargas es importante que más personas se formen a lo interno de los centros penitenciarios sobre estos temas.
“El acto que celebramos es muy significativo en tiempos en que la violencia se incrementa en todos los ámbitos. Tenemos un acto en un centro penitenciario y graduamos a 24 hombres que decidieron decir Sí en un proceso de formación de círculos de paz.
La idea es que estos hombres puedan, a partir de hoy, intervenir en los conflictos de convivencia diarios para que no escalen y se resuelvan de manera pacífica con ayuda de un mediador certificado”.
Para la ministra a.i, de Justicia y Paz, Castro del Castillo, este curso es una oportunidad de crecimiento integral para las personas privadas de libertad y una herramienta más de superación que les da el sistema.
“Este curso representa un gran paso hacia la inserción social porque les brinda a las personas privadas de libertad herramientas para la vida, para que puedan gestionar sus emociones y las emociones de los demás, a través de círculos de paz, a través de espacios de confianza para desarrollar sus capacidades y habilidades. Para el Ministerio de Justicia es un logro significativo, un avance progresivo que vamos a mantener en el tiempo porque, como instituciones, vemos y creemos en los resultados”
Es la primera generación de personas privadas de libertad que se gradúa en esta temática.