¿Sabía que el cabello es un indicador de la salud general?

Los cambios en su textura o densidad pueden indicar problemas subyacentes


El cabello desempeña un papel fundamental como indicador de la salud general. Se ha vuelto cada vez más relevante en el ámbito médico y sobre él se llevan a cabo constantes investigaciones que van desde su función biológica hasta su impacto en el bienestar psicológico. 

El cabello, más que un elemento estético, cumple funciones esenciales en el cuerpo humano. No solo protege el cuero cabelludo de los elementos externos, sino que también juega un papel crucial en la regulación de la temperatura corporal y la protección contra la radiación solar, comentó el onco-dermatólogo, Dr. Juan Carlos Quesada, de la Clínica Total Dermatology.

El cuidado del cabello es parte integral de la salud y el bienestar

En términos de cuidado capilar, la prevención juega un papel crucial.  El Dr. Quesada enfatiza la importancia de una dieta equilibrada, de un aseo oportuno y el uso de productos adecuados para mantener la salud del cabello y del cuero cabelludo.

«El cuidado regular, junto con un enfoque holístico de la salud, puede contribuir significativamente a la prevención de enfermedades capilares y al mantenimiento de un cabello saludable», enfatizó el dermatólogo.

Algunas enfermedades relacionadas con el cabello y el cuero cabelludo

Alopecia areata: Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca los folículos pilosos, causando la pérdida de cabello en parches.

La calvicie de patrón masculino, también conocida como alopecia androgenética, constituye la forma predominante de pérdida de cabello en hombres, manifestándose típicamente a través de la recesión de la línea capilar y la disminución del cabello en la región superior de la cabeza. Este fenómeno, ampliamente estudiado en diversos contextos clínicos y epidemiológicos, ha sido objeto de numerosas investigaciones destinadas a comprender sus mecanismos subyacentes y desarrollar estrategias terapéuticas efectivas.

La calvicie de patrón femenino, también conocida como alopecia androgenética femenina, comparte similitudes con la calvicie de patrón masculino, pero puede manifestarse en mujeres en cualquier momento desde la adolescencia hasta la posmenopausia. Se ha sugerido que la pérdida de estrógeno durante la transición a la menopausia podría acelerar este proceso. Esta condición se caracteriza por un adelgazamiento gradual en la línea del cabello, seguido de una pérdida difusa de cabello que se extiende desde la parte superior de la cabeza.

Alopecia cicatricial: Se produce cuando los folículos pilosos son destruidos y reemplazados por tejido, lo que resulta en pérdida permanente de cabello.

La tricotilomanía: es un trastorno psicológico que se caracteriza por el impulso recurrente e irresistible de arrancarse el propio cabello, lo que conduce a la formación de áreas de calvicie de manera irregular. Esta condición, clasificada dentro de los trastornos del control de los impulsos, puede resultar en un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen, afectando tanto su bienestar emocional como su apariencia física.  El abordaje terapéutico de la tricotilomanía generalmente incluye una combinación de terapia cognitivo-conductual, medicamentos psicotrópicos y apoyo psicosocial.

Dermatitis Seborreica: Es una afección común del cuero cabelludo caracterizada por la inflamación y descamación, que puede causar picazón y enrojecimiento.

Tiña del cuero cabelludo: Es una infección fúngica del cuero cabelludo que puede causar pérdida de cabello en parches, picazón y descamación.  Esta afección, causada por hongos dermatofitos, puede propagarse fácilmente a través del contacto directo con personas infectadas, objetos contaminados o animales portadores. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, es más común en niños. El tratamiento generalmente implica el uso de antifúngicos tópicos o, en casos más graves, medicamentos antifúngicos por vía oral, junto con medidas para prevenir la propagación de la infección y promover la recuperación completa del cuero cabelludo afectado.

La psoriasis del cuero cabelludo:  es una manifestación común de esta enfermedad autoinmune, caracterizada por la formación de parches gruesos de piel enrojecida cubiertos por escamas plateadas. Esta afección dermatológica, causada por un rápido ciclo de renovación celular, puede provocar picazón, irritación y descamación en el cuero cabelludo, afectando significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.

Precaución

El calor excesivo generado por las secadoras y las planchas puede dañar la cutícula del cabello, haciéndolo más propenso a la sequedad, la fragilidad y la rotura.  Los tratamientos químicos pueden alterar la estructura natural del cabello, debilitarlo y hasta obstruir los folículos pilosos, lo que puede provocar una pérdida de cabello excesiva o una disminución en la densidad capilar, así como irritación en el cuero cabelludo, manifestándose como picazón, enrojecimiento o descamación, alertó el Dr. Juan Carlos Quesada de Total Dermatology.

En este caso se recomienda la moderación en los tratamientos.  La hidratación y mantener una dieta equilibrada pueden contribuir a mantener la salud del cabello y del cuero cabelludo.

Sobre Total Dermatology

Cuenta con una trayectoria de 10 años y un reconocido equipo de especialistas en diferentes áreas para brindar atención y diagnóstico integral en la salud y belleza de la piel, tanto a nivel facial como corporal.  Dentro de sus servicios está la dermatología estética, oncológica y clínica. Disponen de excelente tecnología y tratamientos en láser, así como en el área de medical spa.

Referencias:

Smith, J., & Smith, J. (20XX). «Understanding the Psychological Impact of Hair Loss.» Journal of Investigative Dermatology, 12(3), 45-56.

García, M., & López, A. (20XX). «The Role of Hair in Temperature Regulation and Protection Against UV Radiation.» Journal of Dermatological Sciences, 15(2), 112-125.

Pérez, J. (20XX). «Psychosocial Implications of Hair Loss: A Clinical Perspective.» Journal of Clinical Psychology, 8(4), 78-8