El año 2024 está en camino de convertirse en el más cálido registrado, con un incremento promedio de 1,5 °C sobre los niveles preindustriales, acercándose al umbral ideal fijado por el Acuerdo de París para evitar los peores efectos del cambio climático, detalla el medio Infobae
Según el observatorio europeo Copernicus, esta tendencia es alarmante y podría hacer que los fenómenos climáticos extremos se vuelvan la norma si no se toman medidas urgentes.
Samantha Burgess, subdirectora del Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus, advirtió que el aumento de temperatura podría alcanzar hasta 1,55 °C, lo que refuerza la certeza de que 2024 superará todos los récords históricos de calor.
El límite de 1,5 °C fue acordado en el Acuerdo de París en 2015 como un promedio a largo plazo que debería mantenerse durante décadas para considerarse oficialmente superado. Sin embargo, la cifra alcanzada en 2024 demuestra lo cerca que estamos de este límite, con un promedio que, según los científicos, debería mantenerse entre 20 y 30 años para considerarse un cambio climático irreversible.
El informe de Copernicus también destaca que octubre de 2024 fue el segundo octubre más cálido registrado, con una temperatura media de 15,25 °C, superando en 1,65 °C el promedio de la era preindustrial (1850-1900). Este dato convierte a octubre en el 15° mes de los últimos 16 en que la temperatura global se mantuvo por encima del umbral de 1,5 °C.
Con este preocupante panorama, la próxima cumbre climática COP29, que se celebrará en Bakú, Azerbaiyán, será una oportunidad crucial para impulsar nuevas medidas que ayuden a reducir los gases de efecto invernadero. La conferencia, programada para el 11 de noviembre, se centrará en negociar un nuevo acuerdo de financiamiento climático que permita a los países en desarrollo implementar soluciones de mitigación y adaptación.
Sin embargo, las negociaciones de la COP29 se enfrentarán a un contexto político incierto, marcado por la reciente victoria de Donald Trump en Estados Unidos. Trump ha expresado escepticismo sobre el cambio climático, lo cual podría influir en la postura del país y afectar los avances logrados hasta ahora en materia climática.
Las proyecciones actuales de la ONU no son alentadoras. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), si las políticas actuales no cambian, el planeta podría alcanzar un aumento de 3,1 °C para finales de siglo, lo cual se considera un escenario “catastrófico”. Incluso si todos los países cumplen con sus compromisos de reducción de emisiones, el incremento aún sería de 2,6 °C, lo cual conllevaría eventos climáticos extremos de alta mortalidad, como las recientes inundaciones en el este de España, donde más de 200 personas perdieron la vida.
Burgess subrayó que, debido al cambio climático, las precipitaciones extremas se están intensificando en gran parte del mundo. En octubre, Copernicus reportó que las lluvias fueron mayores a lo habitual en zonas de Europa, afectando gravemente a la Península Ibérica, Francia, el norte de Italia y Noruega, regiones donde el impacto del cambio climático se vuelve cada vez más evidente.
