En su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó órdenes ejecutivas que eliminan el parole humanitario y suspenden los programas de reasentamiento para refugiados, afectando gravemente a miles de nicaragüenses que buscan escapar de la represión política en su país.
Estas medidas impactan directamente a quienes huyeron del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, muchos de ellos exiliados en Costa Rica y otros países de la región, como Guatemala, donde grupos de desterrados políticos consideraban a Estados Unidos un destino seguro para encontrar protección.
Cambios migratorios clave
Entre las medidas adoptadas, destaca la orden ejecutiva “Asegurar nuestras fronteras”, que instruye al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a:
• Eliminar programas de libertad condicional categóricos, como los procesos para nicaragüenses, cubanos, haitianos y venezolanos.
• Suspender el parole humanitario, que había permitido a más de 531,690 inmigrantes de estas nacionalidades ingresar a EE.UU., incluyendo cerca de 100,000 nicaragüenses.
El parole humanitario, implementado durante la administración de Joe Biden, permitió estancias legales de hasta dos años con permiso de trabajo. Ahora, el DHS restringirá estos beneficios y exigirá que quienes ya están en EE.UU. busquen alternativas como el asilo o el Estatus de Protección Temporal (TPS).
Impacto en Costa Rica y la región
En Costa Rica, las medidas afectan a miles de refugiados nicaragüenses que esperaban ser reubicados en Estados Unidos a través del programa de Movilidad Segura, parte del Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (USRAP). Este programa, diseñado para personas que huyen de persecución, ha quedado suspendido por 90 días, generando incertidumbre para quienes estaban en proceso de solicitud.
Grupos de defensores de derechos humanos, periodistas independientes y exreos políticos, entre otros, se encuentran en vilo, ya que este programa representaba su principal esperanza de seguridad y estabilidad fuera del alcance del régimen sandinista.
Medidas adicionales
Trump también ordenó la cancelación de la aplicación CBP One, utilizada para gestionar citas en la frontera sur. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza confirmó la suspensión inmediata del sistema, dejando a miles de solicitantes de asilo sin una herramienta clave para iniciar sus procesos.
Declaraciones oficiales
En la orden ejecutiva “Realineando el Programa de Admisión de Refugiados de los Estados Unidos”, Trump argumenta que la entrada de refugiados bajo el USRAP es “perjudicial para los intereses de los Estados Unidos” y establece que cada caso será evaluado individualmente por el Secretario de Estado y el DHS.
La suspensión de este programa entrará en vigor el 27 de enero de 2025 y se evaluará cada 90 días.
Un futuro incierto
Estas decisiones refuerzan la política migratoria restrictiva de Trump y dejan a miles de nicaragüenses en una situación de desamparo, agravando las crisis humanitarias en la región. Organismos internacionales como ACNUR y la OIM han expresado preocupación por el impacto de estas medidas en los refugiados.
El panorama para los migrantes nicaragüenses sigue siendo incierto, mientras las nuevas políticas estadounidenses generan más barreras para quienes buscan escapar de la persecución
Por Nicaragua investiga