UNA trabaja en protocolo para monitorear cocodrilos con drones.

¿Cuál es la población de cocodrilos en Costa Rica?

Actualmente, no existen estudios recientes que determinen con exactitud cuántos cocodrilos hay en el país. Aunque especialistas coinciden en que las poblaciones se han venido recuperando con el tiempo, no se cuenta con datos concretos que confirmen o descarten una posible sobrepoblación.

Para atender esta necesidad, el Instituto Internacional de Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (Icomvis-UNA), en colaboración con la Escuela de Topografía, Catastro y Geodesia, está desarrollando un protocolo innovador para el conteo y monitoreo de cocodrilos mediante el uso de drones.

Tradicionalmente, este proceso se ha realizado de forma manual, con investigadores recorriendo los ríos durante la noche y utilizando linternas para localizar a los animales a través del reflejo en sus ojos. Sin embargo, este método implica riesgos significativos y altos costos asociados al equipo y personal capacitado.

“Ahora establecemos puntos estratégicos a lo largo del río para el despegue y aterrizaje del dron, capturamos imágenes durante el día y luego las procesamos. Esto nos permite contar cocodrilos, mapear su distribución, y estimar su tamaño y estructura poblacional. Con estos datos científicos se pueden tomar decisiones informadas sobre el manejo de la especie”, explicó Laura Porras, investigadora del Icomvis-UNA.

Este proyecto es pionero en Costa Rica y uno de los pocos a nivel internacional. No obstante, su avance depende en gran medida de la estandarización de los datos obtenidos. “Debemos ajustar parámetros como la hora del vuelo, la intensidad de luz solar sobre los cuerpos de agua, la altitud del dron que no afecte la fauna, y factores climáticos como viento o lluvia. Estos elementos serán definidos en el protocolo para su aplicación en distintas zonas del país”, añadió Porras.

Los cocodrilos, pertenecientes a la familia de los crocodílidos, juegan un papel crucial en los ecosistemas acuáticos. Son depredadores tope que contribuyen al equilibrio ecológico mediante la depredación selectiva, el reciclaje de nutrientes y la conservación de humedales durante épocas secas. No obstante, enfrentan amenazas como la destrucción de su hábitat, contaminación y cacería.

En Costa Rica, la caza de cocodrilos fue común hasta la década de 1960. No fue sino hasta 1992, con la entrada en vigencia de la Ley de Conservación de Vida Silvestre, que se les declaró especie en peligro de extinción y se prohibió su caza de forma legal.

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