30 de mayo, aniversario del ataque que marcó al periodismo en Centroamérica
Hoy, 30 de mayo, se conmemora un año más del atentado de La Penca, un hecho trágico que sacudió a Centroamérica en 1984 y dejó una herida imborrable en la historia del periodismo y los conflictos armados de la región.
¿Qué pasó en La Penca?
El 30 de mayo de 1984, en un improvisado campamento guerrillero cerca de la localidad de La Penca, Nicaragua, a escasos metros de la frontera con Costa Rica, se organizó una conferencia de prensa convocada por Edén Pastora, también conocido como “Comandante Cero”, ex comandante sandinista y en ese momento líder de una facción de la resistencia contrarrevolucionaria nicaragüense (FDN).
Pastora había convocado a medios nacionales e internacionales para ofrecer declaraciones sobre su posición respecto al conflicto armado contra el gobierno sandinista. Minutos antes de iniciar la conferencia, una potente bomba estalló en el lugar.
Víctimas y consecuencias
El atentado dejó un saldo inmediato de al menos siete muertos, entre ellos tres periodistas:
- Linda Frazer, corresponsal estadounidense.
- Jorge Quirós y Evelio Sequeira, camarógrafo y periodista costarricenses del canal 6.
Otros 22 a 29 periodistas, guerrilleros y acompañantes resultaron heridos, entre ellos el propio Edén Pastora, quien sobrevivió con heridas de consideración.
El ataque fue un golpe devastador no solo para las víctimas y sus familias, sino también para la libertad de prensa en la región. Periodistas que buscaban cumplir su deber informativo terminaron siendo blanco de un ataque calculado.
¿Quiénes fueron los responsables?
La autoría del atentado ha sido objeto de investigaciones, controversia y misterio durante años. La bomba fue colocada dentro de una cámara de televisión transportada por un supuesto periodista. Años más tarde se confirmó que este “reportero” era en realidad un agente encubierto: Vital Roberto Gaguine, un argentino que habría actuado bajo las órdenes de la CIA, en una operación que apuntaba directamente a eliminar a Edén Pastora.
Sin embargo, ni Estados Unidos ni ningún grupo en particular ha asumido oficialmente la responsabilidad por el atentado. Diversas investigaciones, incluidas las del periodista danés Peter Torbiörnsson, quien estuvo presente en el atentado, han apuntado a una operación orquestada por sectores de la inteligencia estadounidense, en complicidad con miembros de la contra nicaragüense.
Un caso impune y una herida abierta
A más de cuatro décadas del atentado, ningún responsable ha enfrentado juicio, y el caso sigue sin resolverse plenamente ante la justicia. Los familiares de los periodistas costarricenses y organizaciones defensoras de la libertad de prensa han exigido repetidamente una investigación transparente y la rendición de cuentas por uno de los crímenes más graves contra la prensa en América Latina.
Una historia para no olvidar
Hoy, en diferentes rincones de Costa Rica y Nicaragua, periodistas y defensores de los derechos humanos recuerdan a las víctimas de La Penca con respeto, dolor y una firme convicción: que su memoria sirva como testimonio del valor del periodismo y como advertencia de los peligros de la manipulación política de los conflictos armados.
El atentado de La Penca no solo fue un acto de violencia, fue un ataque a la verdad, a la libertad de prensa y al derecho de los pueblos a estar informados.
