El
expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una nueva serie de restricciones migratorias que afectan a ciudadanos de 19 países, con medidas que van desde la prohibición total de ingreso al país hasta restricciones parciales. La decisión, dada a conocer a través de un comunicado oficial de la Casa Blanca y posteriormente reforzada en un mensaje en video publicado en la red social X (antes Twitter), ha generado una fuerte reacción tanto a nivel nacional como internacional.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una nueva serie de restricciones migratorias que afectan a ciudadanos de 19 países, con medidas que van desde la prohibición total de ingreso al país hasta restricciones parciales. La decisión, dada a conocer a través de un comunicado oficial de la Casa Blanca y posteriormente reforzada en un mensaje en video publicado en la red social X (antes Twitter), ha generado una fuerte reacción tanto a nivel nacional como internacional.
Entre los países cuyos ciudadanos enfrentan una prohibición total de entrada se encuentran: Afganistán, Birmania (Myanmar), Chad, República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Según el documento, estas naciones presentan graves deficiencias en materia de seguridad, cooperación con agencias internacionales, y procesos de verificación de identidad y antecedentes de sus ciudadanos.
Asimismo, se aplicaron restricciones parciales a ciudadanos provenientes de Cuba, Venezuela, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán. Estas medidas limitan el acceso a ciertos tipos de visas o imponen requisitos adicionales de revisión para ingresar al país.
En el caso de Cuba, el documento oficial justifica las restricciones señalando que el gobierno de La Habana “es un patrocinador del terrorismo” y que “no coopera ni comparte suficiente información” con Estados Unidos. Además, se le acusa de negarse “históricamente a readmitir a sus nacionales” una vez que han sido deportados.
Respecto a Venezuela, el informe indica que el país “carece de una autoridad central competente o cooperativa para emitir pasaportes o documentos civiles” y que “no cuenta con medidas adecuadas de revisión y verificación de antecedentes”. Además, al igual que Cuba, se le atribuye una negativa reiterada a recibir a los ciudadanos venezolanos deportados desde territorio estadounidense.
Durante su mensaje desde el Despacho Oval, Trump vinculó directamente esta nueva política migratoria con un reciente incidente ocurrido en Boulder, Colorado, donde un ataque contra manifestantes que pedían la liberación de rehenes israelíes en Gaza habría sido cometido, según las autoridades, por un extranjero que se encontraba ilegalmente en el país.
“El reciente ataque terrorista en Boulder ha subrayado los peligros extremos que representa permitir la entrada de ciudadanos extranjeros que no están debidamente verificados”, afirmó Trump.
Con su característico tono directo, el expresidente concluyó:
“No los queremos”.
Esta medida se suma a una larga lista de políticas migratorias restrictivas impulsadas durante la administración Trump, muchas de las cuales generaron controversia tanto dentro como fuera del país. Organizaciones defensoras de derechos humanos ya han comenzado a pronunciarse en contra de lo que consideran una generalización peligrosa que castiga a poblaciones enteras por la acción de unos pocos individuos