Cali, Colombia – 10 de junio 2025. Una serie de explosiones simultáneas sacudieron esta mañana varios puntos estratégicos de la ciudad de Cali, generando alarma entre la población y encendiendo las alertas de las autoridades frente a una posible escalada de violencia atribuida a grupos armados ilegales.
Uno de los hechos más graves se registró en la Estación de Policía de Meléndez, al sur de la ciudad, donde fue activada una motobomba. La explosión dejó al menos una persona fallecida, además de daños materiales en el inmueble y vehículos cercanos. Las autoridades aún no han confirmado si la víctima mortal era miembro de la Fuerza Pública o un civil.
Casi de manera simultánea, en el CAI (Centro de Atención Inmediata) del barrio Manuela Beltrán se reportó la detonación de un artefacto explosivo tipo petardo. Aunque en este segundo incidente no se reportaron víctimas fatales, varios agentes resultaron con heridas leves y fueron atendidos en centros hospitalarios cercanos.
Sospechas de atentados coordinados
Horas después de los ataques en Cali, circularon reportes sobre otra explosión en una caseta de peaje en una vía del occidente del país. Fuentes preliminares señalan que se trataría de una acción coordinada por parte de grupos armados irregulares, que buscan generar caos y enviar un mensaje de fuerza al Estado colombiano.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, condenó en un pronunciamiento preliminar estos actos violentos y anunció el despliegue inmediato de unidades especializadas del Ejército y la Policía para garantizar el orden público, investigar los hechos y reforzar la seguridad en puntos estratégicos.
“Estos actos terroristas no quedarán impunes. Estamos activando todos los mecanismos del Estado para proteger a la ciudadanía y llevar ante la justicia a los responsables”, indicó el ministro desde Bogotá.
Contexto de tensión en varias regiones
La jornada violenta ocurre en un contexto de creciente tensión en el suroccidente del país, donde varios grupos armados —entre ellos disidencias de las FARC y el ELN— han intensificado sus acciones en las últimas semanas, en medio de estancamientos en los procesos de diálogo y cese al fuego.
Organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por el recrudecimiento del conflicto, especialmente en departamentos como Cauca, Nariño y Valle del Cauca, donde la población civil queda atrapada en medio del fuego cruzado.
Además, se ha reportado un aumento de la presencia armada en zonas rurales y ataques a infraestructura del Estado, incluyendo torres eléctricas, estaciones policiales y puestos de control.
Ciudadanía en alerta
En Cali, el ambiente es de incertidumbre. Las autoridades locales han pedido a la población mantener la calma, evitar la circulación por zonas afectadas y reportar cualquier comportamiento sospechoso.
El alcalde Alejandro Eder calificó los ataques como “una afrenta a la paz” y convocó de urgencia al Consejo de Seguridad Municipal. “No vamos a permitir que el miedo se imponga. Reforzaremos la vigilancia y trabajaremos con las autoridades nacionales para contener esta amenaza”, aseguró.
Información en desarrollo
Las investigaciones avanzan y se espera que en las próximas horas las autoridades brinden un informe detallado sobre los responsables, los métodos utilizados y posibles vínculos entre los distintos ataques registrados.