Por BBC Mundo
Israel e Irán al borde del abismo: ataques cruzados, tensiones nucleares y una peligrosa escalada regional
Las históricas tensiones entre Israel e Irán alcanzaron un nuevo punto de inflexión este viernes, tras una serie de ataques israelíes lanzados durante la madrugada contra instalaciones estratégicas dentro del territorio iraní. La ofensiva, confirmada por autoridades de ambos países, dejó como saldo la muerte del comandante Hossein Salami, una figura clave dentro de la Guardia Revolucionaria Islámica.
En respuesta, Teherán desplegó más de un centenar de drones y lanzó decenas de misiles hacia territorio israelí, la mayoría de los cuales fueron interceptados gracias a los sofisticados sistemas de defensa del Estado judío. Este intercambio directo, inédito en intensidad, marca una escalada dramática en una confrontación de décadas que hasta ahora se había mantenido principalmente a través de terceros países y grupos aliados.
Un conflicto nuclear latente
La ofensiva israelí coincidió con un pronunciamiento histórico de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que declaró que Irán está incumpliendo sus compromisos internacionales sobre no proliferación nuclear. Según el OIEA, la falta de cooperación y la opacidad del régimen iraní constituyen una “violación sustancial” de sus obligaciones.
Irán, por su parte, calificó la resolución como una maniobra “política” y anunció la creación de una nueva planta de enriquecimiento de uranio. El gobierno iraní insiste en que su programa nuclear tiene fines exclusivamente pacíficos, aunque Israel sostiene que permitir que Teherán desarrolle capacidad armamentista representa una amenaza existencial.
Comparativa militar: una guerra desigual pero impredecible
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) y otras entidades especializadas han analizado el potencial militar de ambos países. Israel, con un presupuesto de defensa que supera los 19.000 millones de dólares anuales, más del doble que los 7.400 millones de Irán, mantiene una clara ventaja tecnológica y estratégica. Su flota aérea cuenta con aviones de última generación como los F-35 y una defensa antimisiles altamente eficaz, como la Cúpula de Hierro y el sistema Flecha.
Irán, aunque con menos recursos, posee el mayor arsenal de misiles balísticos del Medio Oriente, con más de 3.000 unidades según estimaciones del Comando Central de EE.UU. También ha demostrado una capacidad significativa en la producción y uso de drones, muchos de los cuales han sido utilizados por sus aliados en Yemen, Siria e Irak.
Ciberguerra y guerra por delegación
El conflicto también se libra en el ciberespacio. Israel, altamente dependiente de su infraestructura tecnológica, ha sido blanco de miles de ataques cibernéticos desde el 7 de octubre de 2023. Autoridades israelíes reportan más de 3.000 intentos de sabotaje en distintos sectores del Estado. Irán, por su parte, ha visto comprometidas infraestructuras críticas como su red de gasolineras.
Además, la lucha no se limita a los territorios nacionales. Grupos armados como Hezbolá en el Líbano, los hutíes en Yemen y facciones palestinas como Hamás, actúan como brazos ejecutores de Irán en la región. Israel, por su parte, ha realizado operaciones en Siria y otros puntos del Medio Oriente para contener la influencia iraní.
Una guerra con múltiples frentes
Más allá del enfrentamiento directo, la disputa entre Israel e Irán tiene profundas raíces ideológicas, geopolíticas y religiosas. Israel, respaldado por Estados Unidos y aliados occidentales, se ve como el último muro de contención frente a lo que considera una expansión agresiva de Teherán en la región. Irán, en tanto, se proyecta como líder del eje de resistencia contra Occidente y sus aliados en Medio Oriente.
En términos geográficos, Irán supera ampliamente a Israel en tamaño y población. Con cerca de 89 millones de habitantes, cuenta con un ejército de 600.000 soldados activos, frente a los 170.000 de Israel. Sin embargo, el poderío tecnológico, la capacidad de respuesta rápida y la cooperación militar internacional inclinan la balanza a favor del Estado hebreo.
¿Qué sigue?
Mientras la comunidad internacional llama a la contención, analistas advierten que un error de cálculo o una escalada fuera de control podría encender un conflicto regional de proporciones catastróficas. La guerra ya no es una hipótesis remota, sino un riesgo tangible. La diplomacia parece debilitada, y la confrontación directa, más probable que nunca.