Barrios de Chamorro, Primera Mujer Presidenta de Nicaragua y Símbolo de la Democracia
Managua, Nicaragua. La madrugada de este sábado falleció a los 94 años Violeta Barrios de Chamorro, expresidenta de Nicaragua y figura emblemática en la historia política del país y de América Latina. Su deceso fue confirmado por fuentes cercanas a la familia Chamorro-Barrios, quienes indicaron que la exmandataria murió en su residencia en Managua, acompañada de sus seres queridos, tras varios años de complicaciones de salud.
Barrios de Chamorro pasó a la historia en 1990 al convertirse en la primera mujer en asumir la presidencia de Nicaragua, tras derrotar en las urnas al entonces presidente Daniel Ortega, en una sorpresiva victoria electoral que puso fin a una década de gobierno sandinista y a una cruenta guerra civil financiada por actores internacionales.
Durante su mandato (1990–1997), fue reconocida por restablecer la democracia, promover la paz, la reconciliación nacional y reactivar la economía del país, devastada por el conflicto armado y el aislamiento internacional. Su estilo de gobierno, conciliador y alejado de la retórica agresiva, fue clave para iniciar una transición política en Nicaragua.
Violeta Barrios era viuda del periodista Pedro Joaquín Chamorro, director del diario La Prensa, asesinado en 1978 por esbirros de la dictadura de Anastasio Somoza. A partir de ese momento, se involucró activamente en la vida política y cívica del país, convirtiéndose en una de las principales voces de oposición y resistencia.
Su figura trascendió fronteras y fue reconocida internacionalmente por su lucha pacífica por la democracia. En 1991, fue nominada al Premio Nobel de la Paz, y recibió varios doctorados honoris causa y galardones por su liderazgo moral y político.
Durante sus últimos años, Barrios de Chamorro se mantuvo alejada de la vida pública, debido al deterioro progresivo de su salud. En 2021, su hija Cristiana Chamorro, periodista y figura de oposición, fue inhabilitada y detenida por el régimen de Ortega, lo que reavivó el interés y simbolismo del legado democrático de su madre.
El gobierno nicaragüense no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre su fallecimiento, mientras que líderes opositores y organismos internacionales han expresado sus condolencias y han destacado su papel histórico como símbolo de unidad, libertad y democracia.
Sus restos serán velados en una ceremonia privada, según informó la familia, y posteriormente sepultados junto a los de su esposo en el Cementerio General de Managua.
Reacciones internacionales
Personalidades de la región, expresidentes, organismos como la OEA y Human Rights Watch, así como diversas asociaciones de periodistas y defensores de derechos humanos, han expresado su pesar por la pérdida de quien fuera una voz moderada pero firme ante el autoritarismo en Nicaragua.
Con su partida, Nicaragua pierde una de sus figuras más emblemáticas de la lucha cívica y democrática.