15 de junio de 2025, San José. El Gobierno de Costa Rica ha dado un paso clave para resolver la crisis de hacinamiento en el sistema penitenciario: ya se cuenta con el terreno para construir una nueva mega cárcel con capacidad para albergar a 5.100 personas privadas de libertad.
El anuncio lo hizo el ministro de Justicia y Paz, Gerald Campos, quien explicó que el proyecto contará con una inversión estimada de $35 millones, provenientes del presupuesto nacional, y buscará ser una infraestructura moderna y segura, tomando como modelo las instalaciones del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador.
“Este proyecto no solo es urgente, es necesario. Ya tenemos el terreno, y ahora avanzamos hacia el diseño y planificación detallada de un centro penitenciario que marcará un antes y un después en la historia del sistema penal costarricense”, declaró el ministro.
Inspirado en el modelo salvadoreño
Campos detalló que el nuevo centro tendrá características similares a las del CECOT, inaugurado por el gobierno salvadoreño de Nayib Bukele, conocido por su política de mano dura contra el crimen organizado. La infraestructura costarricense, sin embargo, se adaptará al marco legal y los principios de derechos humanos del país, garantizando estándares internacionales en el trato a las personas privadas de libertad.
“Queremos un sistema penitenciario más eficiente, seguro y rehabilitador. No se trata solo de encerrar, sino de dar condiciones dignas y controladas para que el Estado recupere la autoridad dentro de las cárceles”, subrayó Campos.
Hacinamiento y urgencia
Costa Rica enfrenta actualmente una crisis penitenciaria marcada por el hacinamiento crítico, con una sobrepoblación carcelaria que supera el 30% de la capacidad total. Según datos del Ministerio de Justicia, actualmente hay más de 18.000 personas privadas de libertad, distribuidas en centros cuya capacidad ronda los 13.000 cupos.
Este nuevo centro permitiría aliviar significativamente la presión sobre los actuales centros, en especial los ubicados en La Reforma, San Sebastián y las cárceles de Pérez Zeledón y Liberia.
Detalles se darán a fin de mes
El ministro anunció que a finales de junio se realizará una conferencia de prensa oficial, en la que se brindarán más detalles, como la ubicación exacta del terreno, la hoja de ruta del proyecto, el inicio de obras, y el modelo de administración del nuevo centro, que podría contar con tecnología de videovigilancia, monitoreo biométrico y módulos de aislamiento de alta seguridad.
Además, se informará si se prevé la participación del sector privado para acelerar el proceso constructivo, en modalidad de concesión o alianza público-privada.
Reacciones divididas
La noticia ha generado reacciones mixtas. Algunos sectores celebran la medida como una respuesta necesaria ante el aumento de delitos ligados al narcotráfico y la criminalidad organizada. Otros han advertido que, sin políticas preventivas y programas de reinserción sólidos, construir más cárceles no resolverá de fondo la problemática social y criminal del país.
Organismos de derechos humanos también estarán atentos al diseño final, para asegurar que se respeten los estándares de detención y trato justo establecidos por la legislación internacional.
Con esta decisión, Costa Rica abre un nuevo capítulo en su política penitenciaria, con la expectativa de enfrentar de forma más firme y ordenada los desafíos del crimen, pero también con el compromiso de garantizar un sistema de justicia que combine firmeza con humanidad.