Lo que empezó como una adopción tierna terminó en una comedia sin censura. Billy, Elsie, Eric, Jade y Tyson —cinco loros del Lincolnshire Wildlife Park en Inglaterra— tuvieron que ser separados después de volverse virales por su inusual y malhablado comportamiento.
Durante la cuarentena, estos traviesos emplumados aprendieron una variedad de palabras subidas de tono que no tardaron en repetir con entusiasmo frente a los visitantes, incluyendo a niños y familias. Lo más insólito: no solo insultaban, sino que lo hacían en coro… ¡y entre carcajadas! Como si se animaran unos a otros, cual grupo de comediantes en un bar de mala muerte.
Ante el temor de que su “vocabulario colorido” se propagara entre los más de 200 loros del parque, los cuidadores decidieron separarlos y reubicarlos en zonas distintas. Así evitaron una epidemia de insultos alados.
Aunque ya no están juntos, los cinco loros continúan sacando sonrisas… pero ahora por separado. Un caso de humor negro con plumas grises que sigue dando de qué hablar.
