“El celular inteligente del capo”: ya en manos de la DEA y listo para cantar sin guitarra

“El celular inteligente del capo”: ya en manos de la DEA y listo para cantar sin guitarra

Washington D.C. / San José, Costa Rica.

En la investigación contra Celso Gamboa Sánchez, exmagistrado costarricense y figura clave en una estructura de narcotráfico internacional, hay un nuevo protagonista silencioso, pero explosivo: su celular.

Este no es cualquier teléfono. Se trata del dispositivo personal del hombre requerido por la justicia estadounidense, ahora bajo el escrutinio de la DEA. En su memoria podrían estar las claves para desentramar una red criminal que, según investigadores, podría tocar desde capos regionales hasta operadores políticos.

Lo han apodado ya “el celular inteligente del capo”, porque, sin decir palabra, podría cantar más que su propio dueño. No necesita ni guitarra ni micrófono, solo peritos informáticos forenses que, bit a bit, comienzan a extraer lo que es oro puro para fiscales, agentes y gobiernos.

¿Qué puede revelar?

La información que podría contener este teléfono genera diarrea nerviosa entre muchos que lo conocieron, lo rodearon o lo utilizaron como puente. Según fuentes ligadas al caso:

  • Nombres de colaboradores, tanto en Costa Rica como en el extranjero.
  • Conversaciones cifradas, con socios, operadores logísticos, lavadores de dinero y hasta funcionarios.
  • Pagos, transferencias y dádivas, muchos de ellos encubiertos como favores políticos o contratos sospechosos.
  • Ubicaciones y rutas, gracias al historial de geolocalización.
  • Fotografías comprometedoras, con personajes que hasta hoy no han salido a la luz.
  • Y quizás lo más grave: contactos frecuentes con figuras políticas de supuestos partidos que han sido infiltrados por el narco.

Políticos y capos… nerviosos

Quienes estaban confiados en que el caso de Celso sería uno más que se iría diluyendo entre excusas médicas y tramas judiciales, hoy viven días de tensión. La entrega del celular a la DEA marca un antes y un después en la investigación.

A diferencia de declaraciones que pueden retractarse o testigos que pueden cambiar de versión, el contenido digital no miente. Y los expertos estadounidenses están preparados para reconstruir hasta el más mínimo rastro digital, aún si el celular hubiese sido formateado.

Como lo describió un investigador, “cuando un capo cae, los teléfonos se convierten en el Evangelio de los delitos, y este parece ser el Nuevo Testamento del narco en Centroamérica.”

¿Quiénes caerán?

En el expediente ya se menciona a figuras del poder ejecutivo, asesores presidenciales y actores del sistema judicial. Pero lo que está en juego con este dispositivo es aún más grande: la posibilidad de evidenciar el vínculo directo entre el narcotráfico y el financiamiento político en Costa Rica.

No se descarta que haya pruebas de reuniones, transferencias encubiertas y pactos de impunidad, tejidas desde oficinas institucionales hasta lujosos yates.

El teléfono que “habla solo”

“Ya no hace falta que Celso diga nada. El que va a hablar es el celular”, comentó un exagente de inteligencia en condición de anonimato.

Y si las predicciones se cumplen, ese teléfono podría poner a temblar a medio país.

Porque como bien dice el dicho, “el que calla, otorga”, pero en este caso, el que callaba… era el celular.

Y ahora no hay quién lo silencie.

¿Quién será el próximo en la lista?

La DEA no olvida, y el celular… tampoco.

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