Redacción Internacional | 5 de julio, 2025
El centro de Texas enfrenta una de las peores tragedias naturales de los últimos años. Al menos 30 personas, incluidos 9 menores de edad, han muerto debido a las intensas inundaciones provocadas por el repentino desbordamiento del río Guadalupe en el condado de Kerr, al noroeste de San Antonio.
El desastre ha golpeado especialmente a la comunidad de Hunt, donde se encuentra Camp Mystic, un campamento cristiano privado con casi un siglo de existencia. Dos de los menores fallecidos formaban parte del grupo de niños y adolescentes que pasaban allí sus vacaciones de verano. Las autoridades informaron que al menos 27 niñas continúan desaparecidas, y temen que hayan sido arrastradas por la corriente o se encuentren atrapadas entre los escombros.
Los equipos de emergencia trabajan contra el tiempo, en medio de condiciones extremadamente peligrosas, para encontrar sobrevivientes. Algunos de los albergues y estructuras del campamento fueron completamente destruidos, lo que ha dificultado el acceso y la búsqueda.
Una zona marcada por la tragedia
El área afectada forma parte del llamado “callejón de las inundaciones repentinas”, una región del centro de Texas propensa a crecidas súbitas de ríos y quebradas debido a su geografía montañosa y la baja capacidad de absorción del suelo.
Este desastre ha reavivado el dolor de la tragedia ocurrida en 1987, cuando 10 adolescentes murieron en un campamento cercano, después de que el autobús en el que viajaban fuera arrastrado por las violentas corrientes del mismo río Guadalupe.
El drama humano
Las escenas en el condado de Kerr son desoladoras. Familias enteras buscan a sus seres queridos entre el lodo y los restos de las estructuras colapsadas. Muchos han perdido todo en cuestión de minutos. Las autoridades locales habilitaron albergues temporales, aunque algunos también han sufrido daños debido a la magnitud del desastre.
La gobernadora de Texas, en declaraciones ofrecidas desde Austin, expresó su profunda consternación y prometió ayuda inmediata y recursos estatales para la atención de las víctimas y la reconstrucción de la zona.
“La prioridad ahora es encontrar con vida a quienes aún están desaparecidos. Texas está de luto, pero también de pie para apoyar a estas familias”, señaló.
Emergencia climática en aumento
Meteorólogos advirtieron que este tipo de eventos extremos son cada vez más frecuentes e intensos en la región debido al cambio climático, que ha incrementado las lluvias torrenciales en cortos períodos de tiempo. Solo en las últimas 24 horas, se registraron más de 200 milímetros de lluvia en algunas áreas del condado de Kerr.
Mientras tanto, rescatistas, voluntarios y cuerpos de seguridad siguen luchando contra las adversidades en una carrera contra el tiempo, con la esperanza de hallar sobrevivientes y ofrecer un poco de consuelo a las familias golpeadas por esta dolorosa tragedia.
