San José, 7 de octubre — Cuatro oficiales de la Fuerza Pública de Costa Rica permanecerán tres meses más en prisión preventiva mientras avanza la investigación por la muerte del ciudadano nicaragüense Henry Reyes Corrales, de 44 años, ocurrida en febrero pasado dentro de la delegación policial de Pavas.
Los agentes, apellidados Artavia, Araya, Morales y Chinchilla, enfrentan cargos por homicidio calificado, según confirmó el Juzgado Penal de Pavas, que resolvió extender la medida cautelar ante el riesgo de obstaculización del proceso judicial.
De acuerdo con la causa judicial, Reyes Corrales fue brutalmente agredido mientras se encontraba bajo custodia policial, tras haber sido detenido por una falta menor. Durante la golpiza —según la investigación del Organismo de Investigación Judicial (OIJ)— los oficiales habrían utilizado un tubo metálico, con el cual le provocaron múltiples golpes en el tórax.
La autopsia determinó que la víctima murió a causa de una laceración en el corazón producto de fracturas en las costillas, lo que confirma la violencia del ataque.
El caso generó indignación en organizaciones de derechos humanos y en la comunidad nicaragüense residente en Costa Rica, que ha exigido justicia y sanciones ejemplares contra los responsables.
Fuentes judiciales indicaron que el Ministerio Público continúa recolectando pruebas, incluyendo videos de cámaras de seguridad, peritajes forenses y testimonios de otros oficiales, con el objetivo de fortalecer la acusación antes de la audiencia preliminar.
La Defensoría de los Habitantes también ha solicitado información al Ministerio de Seguridad Pública sobre los protocolos de custodia y el uso de la fuerza dentro de las delegaciones policiales, ante el señalamiento de que este no sería el primer caso de abuso en estaciones policiales.
De confirmarse la responsabilidad penal, los oficiales podrían enfrentar penas de hasta 35 años de prisión.
