Mientras presidenta de la Caja viaja a Malasia y Chaves se opera en EE. UU., los asegurados de San Carlos deben esperar hasta 26 años por atención médica
Por Noticias Edgar Chinchilla ??
Mientras miles de asegurados en la Zona Norte enfrentan esperas de hasta 26 años para ser atendidos en especialidades médicas, las más altas del país, la presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Mónica Taylor, viajó a Malasia con recursos públicos por más de $13.000.
El viaje se realizó del 25 de septiembre al 6 de octubre como parte del Foro Mundial de Seguridad Social de la Asociación Internacional de Seguridad Social (AISS). Según la CCSS, los boletos costaron $8.759 y se asignaron $2.129 en viáticos a cada uno de los dos funcionarios que viajaron: Taylor y Juan Carlos Esquivel, director del Cendeisss.
La jerarca, exasesora legal de Casa Presidencial y nombrada en enero por el presidente Rodrigo Chaves, asistió al evento para “posicionar el trabajo” de la institución ante más de 160 países, a pesar de que el propio Gobierno asegura que la Caja está en crisis, con una deuda estatal superior a ?4 billones y graves vacíos presupuestarios para 2026.
Paradójicamente, mientras los jerarcas viajan al extranjero, en el Hospital San Carlos los pacientes siguen recibiendo citas para dentro de décadas.
Un ejemplo reciente es el de Juan Pablo Calero Cordoncillo, un adulto mayor de 93 años a quien se le programó una cita de ortopedia para el año 2047, cuando tendría 115 años. Otros vecinos de comunidades como Upala, Pital, y Los Chiles aseguran que solo les queda “esperar la muerte” ante la imposibilidad de pagar un médico privado.
La lista de espera en San Carlos supera los 25.000 pacientes y los tiempos promedio en especialidades como ortopedia, urología o reumatología rondan entre 4 y 10 años, aunque casos extremos llegan a los 20 o más.
Mientras tanto, el presidente Rodrigo Chaves se trasladó recientemente a Estados Unidos para someterse a una operación médica en un hospital privado, lo que generó críticas por el contraste con las condiciones del sistema nacional de salud que él mismo administra.
Organizaciones sociales y sindicatos califican ambos episodios —el viaje a Malasia y la atención médica en EE. UU.— como una muestra del desconexión entre la cúpula gubernamental y la realidad de los asegurados, quienes enfrentan un sistema saturado, falta de médicos, quirófanos inactivos y citas que llegan después de toda una vida de espera.
“Nos piden paciencia mientras ellos viajan en primera clase y se atienden en hospitales extranjeros. ¿Y nosotros qué? ¿Esperar hasta los 115 años?”, expresó con indignación una vecina de Florencia de San Carlos.

